Los mambises legaron a los cubanos su resolución absoluta de luchar por la independencia del país, y también su gastronomía y coctelería bien criollas, estas últimas menos conocidas.

En menos de un año los orientales han cambiado dos veces la cotidianidad por los caprichos de la naturaleza, si bien en enero durante 15 días una situación sísmica anómala tensionó la vida de todos, en octubre último el huracán Matthew destruyó en horas lo que llevó más de 500 años construir.

De los artículos sobre la personalidad del líder de la Revolución Cubana, entre los que más me han conmovido está El Fidel que yo conozco, de Gabriel García Márquez, concebido desde la perspectiva de un amigo sincero y con la profundidad y hermosura que singulariza el estilo del Premio Nobel de Literatura, ya fallecido.

Quién no tuvo alguna vez un maestro o maestra inolvidable, al que evoca con cariño más allá del tiempo y la distancia; ese ser noble y paciente, pleno de saberes, que enseñó letras, números, oraciones, conceptos, pero también dio amor, educó y aportó enseñanzas para toda la vida.

“¡Mátenlos a todos!, ¡mátenlos a todos!…” De los temblorosos labios de Martha Fernández salía la orden, interrumpida intermitentemente por el tableteo de ametralladoras y fusiles.

Hombres cubiertos de polvo, protegidos con cascos, descubren poco a poco la belleza oculta bajo los escombros y el tiempo.

De niña simulaba cantar con un envase de desodorante como micrófono, por una parte tratando de imitar a su mamá, entonces integrante de la mítica orquesta femenina Anacaona, y por otra, soñando con seguir los pasos de su ídolo, el gran Oscar de León.

Nada consolida más los lazos afectivos de una madre con su hijo que esa sensación única de ver el rostro complacido de su bebé mientras es alimentado por su propio ser, el mismo que le dio la vida.

El balcón de Fidel. Así quedará para la historia uno de los balcones del antiguo Ayuntamiento de Santiago de Cuba, donde el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz compareció ante el pueblo en cinco ocasiones para hablar de la Revolución.

Ella va casi todos los días a la escuela en la motorina de su mamá; él, sentado en la parrilla de la bicicleta de su padre. Ella usa zapatillas Nike, mochila Adidas; él, zapatos escolares y un bolso de Thaba Cuba.

Introducido en Japón en 1872 por el estadounidense Horace Wilson, el béisbol, yakyu en japonés, pasó de un pasatiempo de escolares a una pasión de millones de personas, que hoy sienten por ese deporte.

La imagen de Fidel Castro encima de una combinada cañera KTP aquel 27 de julio de 1977 marcaba el inicio de una larga historia de crecimiento de la industria sideromecánica en la provincia de Holguín.

Muy cerca del canal de Paso Malo, donde comienza la playa de Varadero- reconocida entre las más hermosas del mundo-, se fundó el Oasis el 19 de junio de 1956, hotel de seis décadas de existencia con valores históricos, culturales y naturales que enriquecen sus atractivos.

Al valioso patrimonio que atesora Cuba en su larga contienda redentora, lo distinguieron siempre tres artífices que actuaban como un solo haz a la hora de asumir misiones y enfrentar todas las batallas: el pueblo, el Partido y Fidel.

El líder de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tuvo deferencias especiales con su amigo Hugo Chávez.
Cuenta el mandatario venezolano que gracias a Fidel conoció al Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez y desde entonces la amistad de dos, se extendió.