La escuela los une

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Lisandra López Pérez| Foto: Yaciel Peña de la Peña/ACN
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20 Diciembre 2016

Estudiantes de la escuela primaria Rafael Martínez Martínez, se toman una foto como recuerdo del inicio de curso ecolar 2016-2017, en Las Tunas, Cuba, el 5 de septiembre de 2016. ACN FOTO/Yaciel PEÑA DE LA PEÑA

Ella va casi todos los días a la escuela en la motorina de su mamá; él, sentado en la parrilla de la bicicleta de su padre. Ella usa zapatillas Nike, mochila Adidas; él, zapatos escolares y un bolso de Thaba Cuba.

Ella forra sus libretas con revistas y un montón de calcomanías; las de él van vestidas con los mismos forros del curso anterior, esos hechos de placas que venden por ahí.

Ellos, visiblemente diferentes en cuanto a situación económica en casa, además de la amistad tienen muchas otras cosas en común; basta solo reflexionar un poco.

Al aula van, junto a sus compañeros de clases, con uniformes todos iguales, tienen sus libros sin pagar nada por ellos, reciben el mismo almuerzo, la misma merienda, aunque, además, cada uno lleve algo más por su cuenta.

Quizás ellos no lo sepan, son demasiado jóvenes o tal vez solo hayan escuchado de sus abuelos sobre cómo era el aprendizaje en Cuba antes de 1959.

Allí las diferencias sí eran abismales, cuando el derecho a la educación del que se disfruta hoy en día, era solo un privilegio de quienes contaban con la suma necesaria para mandar a sus hijos al colegio.

De ello dan fe cifras históricas, las cuales refieren que el 57 por ciento de la población cubana era analfabeta por aquel entonces. En el caso de los niños en la edad escolar, aproximadamente unos 80 mil no asistían a la escuela, la mayoría de ellos residentes en la zona rural.

Solamente existían 17 mil aulas cuando la necesidad real era de 35 mil, mientras que nueve mil maestros estaban desempleados. Pero, con el triunfo revolucionario el panorama dio un giro de 180 grados, de manera paulatina, claro está.

Los primeros años fueron bien intensos y ya de 1960 a 1961 se habían creado 15 mil aulas nuevas y la matrícula en escuelas elementales aumentó a más de un millón de alumnos.

Y más tarde, llegó la Campaña de Alfabetización con la que, como es sabido, esta pequeña Isla del Caribe se convirtió en la primera nación en América Latina que erradicó el analfabetismo.

Eso sentó las bases para desarrollar y articular todo un sistema que abarca actualmente diferentes enseñanzas que van desde los primeros años de vida con el programa Educa a tu Hijo hasta la universidad, en la cual también poseen sitio los adultos mayores.

La educación en la Cuba de hoy no está exenta de dificultades, mucho más en una coyuntura difícil en cuanto al completamiento del claustro en algunas provincias como la que existe ahora.

Pero, es innegable que los esfuerzos son máximos para mantener uno de los principales derechos humanos de manera sostenida.

Ella, él, regresan cada mañana al aula, aún sin el conocimiento necesario de cuánto hay detrás para que ese proceso, más que ser rutinario sea vital e indispensable.

Con el tiempo, ellos irán descubriendo cuánto los separa, pero sobre todo aprenderán que esos días en la escuela, y de una manera más fuerte, también los unen.