A Héctor Paz Alomar lo conocí hace unos años ya, cuando mis primeras prácticas de la carrera en el semanario Invasor, de Ciego de Ávila.
Recuerdo perfectamente cuánto nos ayudó en aquellos quehaceres con las letras, que parecían tan complicados.
Nadie dudó en recomendarnos a todos los que empezábamos por aquel entonces el camino del periodismo, un acercamiento al Puro, como le conocen muchos, pues la voz de la experiencia la mayoría de las veces enrumba por sabios caminos. Y fue acertadísima en esta oportunidad.
A Héctor lo caracteriza la humildad, esa que a veces le falta a otros en el sector, el hablar pausado, el contar historias como lo hacen los abuelos a los más jóvenes.
Decía Carlos Gardel que 20 años no eran nada pero, más de 40 sí que lo son. Superar las cuatro décadas en el ejercicio de cualquier profesión es un aval a respetar. Y si ese tiempo ha sido fructífero, con una intensa labor reconocida por las más altas esferas y sobre todo por la población, le suman méritos al trabajo.
Sus inicios en el gremio se vinculan a la fotografía, puesto desde el cual apoyó a diferentes publicaciones nacionales, integró el Centro de Información de Prensa en la provincia y participó en la creación del Movimiento de Corresponsales Voluntarios, período en el que colaboró activamente con el periódico Adelante, de Camagüey.
Mas, este fue solo un pequeño comienzo, sin minimizar su importancia, por supuesto. Le siguieron funciones en la Emisora Provincial Radio Surco, no solo como reportero, sino también como locutor, guionista y director de programas, lo que habla de su versatilidad.
Cuando, en 1978 el Buró del Partido Comunista de Cuba en el territorio decidió fundar el Periódico Invasor, Héctor estuvo entre los seleccionados para todo el proceso fundacional y allí permaneció hasta su jubilación, hace poco tiempo.
Durante todos los años en activo, integran su currículum la cobertura de visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro, del General de Ejército Raúl Castro, de ministros y viceministros de varias áreas de la economía y la sociedad, y la realización de entrevistas a Héroes de la Zafra y Héroes del Trabajo de la República de Cuba, combatientes del Ejército Rebelde y de la lucha clandestina.
Sus publicaciones en "Invasor" estuvieron vinculadas, en la mayoría de los casos, a la zafra azucarera, la defensa, el proceso eleccionario, entre otros temas de relevancia social. Aunque la edad marcó el momento del retiro del centro laboral, mantiene sus colaboraciones con el rotativo de manera regular.
Una larga lista de premios y distinciones hablan del reconocimiento por su dedicada labor y exaltan sus méritos.
Hijo Distinguido de Ciego de Ávila, la distinción Félix Elmuza que otorga la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), galardones en innumerables concursos y la propuesta como candidato al Premio José Martí por la obra de toda la vida en el 2008, son solo una pequeña parte de los lauros obtenidos en su trayectoria.
Héctor Paz es para un puñado de jóvenes que apostamos por el periodismo, una guía en lo que a constancia y dedicación se refiere.
En estas fechas, jornadas de celebración por el Día de la Prensa Cubana, unas líneas, salpicadas por la sencillez que le es inherente a su persona, serán uno de esos pequeños regalos que también merece.