La Habana, 8 sep (ACN) Por estos días en que el personaje de Diego ha dado un giro inesperado en la actual telenovela "Regreso al Corazón", el reconocido y popular actor Enrique Bueno ofreció declaraciones en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias sobre su papel.
Asumir cada personaje constituye un desafío, confesó el joven iniciado en el mundo del arte, primero como parte del Movimiento de Artistas Aficionados, y luego, en el teatro, mientras cursaba el preuniversitario, con apenas 18 años.
De larga trayectoria en las tablas, Bueno prefirió, sin embargo, hablar específicamente de su paso por la televisión y recordar a Leroy, rol que le permitió alcanzar la fama en 2006 con un protagónico en la novela "La cara oculta de la luna".
Leroy, dijo, llegó tras su paso por varios grupos, a saber, Teatro del Viento y el Conjunto Dramático de Camagüey, así como la prestigiosa compañía teatral Hubert de Blanck, en la Habana, donde la gran oportunidad llegó al interpretar al sempiterno adversario de Don Juan Tenorio, —Don Luis— en la clásica obra de José Zorrilla.
Este fue un personaje complejo a nivel psicológico, pero muy bien recibido por el público, así como otros interpretados en producciones televisivas, entre las que mencionó: "Aquí estamos" y "Polvo en el viento", telenovelas; los policíacos "Patrulla 444" y "Tras la huella"; además de los telefilmes "La bala" y "Reinará la serpiente".
Bueno también ha incursionado en la conducción de programas musicales y humorísticos, dejando ver su versatilidad y talento en pantalla, así como lo hace cada lunes, miércoles y viernes en la ficción de continuidad de temporada, en las noches de Cubavisión.
Afortunadamente, destacó, creo que de mi generación soy uno de los que ha tenido la oportunidad de asumir más roles principales en televisión, incluso la última novela que hice fue en el 2012: Amores de verano, de Pedro Urbezo, bajo la dirección de Rafael "Cheíto" González; desde entonces, decidí no hacer más protagónicos, porque en ocasiones carecen de atractivo y se quedan por debajo de otros personajes, cuyos matices le permiten al actor desdoblarse.
En el caso de "Regreso al Corazón", lo convencieron tanto su trama como los conflictos —que ya se están desarrollando—, y hacen que el personaje de Diego salga de su zona de confort.
Ha sido un reto en todos los sentidos, aseguró, precisamente porque nunca había compartido escenario con una compañera de vida; trabajar con Dalia Yacmell, quien hace de mi pareja también en la novela (Silene), fue algo que me puso a prueba.
Nunca me había encontrado en una situación similar, incluso las relaciones con actrices no me llaman la atención, pero a Dalia la conocí siendo bailarina y se me fue de las manos el momento en que decidió ser actriz; ya era tarde, porque estaba enamorado, comentó sonriendo.
Igualmente, confesó que Dalia tenía muchos temores por tratarse de su primer papel, y entonces más que actor fue su profesor: "me vi entre la espada y la pared, sobre todo en las noches, donde no me dejaba dormir y me atormentaba queriendo saber mi opinión sobre su grabación: y aunque le dijera que estaba bien, ella no me creía hasta que vió los comentarios en las redes sociales".
Para un actor, la energía y aceptación del público, ya sea desde las tablas o delante de cámaras, es una gran satisfacción, ya que trabajamos para ellos y para hacer creíble nuestro trabajo siendo sinceros en escena; el arte de la actuación está en involucrarse con la historia de su personaje y hacerla suya, concluyó.
Muchos son los proyectos en los que está inmerso actualmente Enrique Bueno, tanto en teatro como televisión; y en este sentido, dijo que próximamente estará de regreso con la serie “Emocionalmente subversivas”, bajo la dirección de Elena Palacio.