Cienfuegos, 2 sep (ACN) El municipio de Cruces, en la provincia de Cienfuegos, celebró hoy el aniversario 102 del natalicio del poeta José Ángel Buesa con un homenaje en el parque José Martí que reunió a instituciones culturales, artistas y público en general para recordar la obra de quien fuera conocido como el “enamorado” de Cuba.
La jornada se desarrolló en el corazón de esa localidad y convirtió al parque principal en escenario de lecturas, presentaciones artísticas y momentos de evocación de la vida del autor que llevó el nombre de Cruces más allá de las fronteras nacionales.
Organizó el evento la Biblioteca Municipal como parte de una iniciativa destinada a rescatar la memoria e identidad del territorio, a través de la promoción de figuras literarias que marcaron la historia local.
Madialis Alfonso Posada, directora de la institución, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que el homenaje busca acercar a las nuevas generaciones a un creador, cuya sensibilidad trascendió épocas y estilos y que constituye un símbolo de orgullo para todos los crucenses.
En el programa se incluyó la presentación del libro Oasis, a cargo de la escritora Yudit Keilin, quien compartió con los asistentes fragmentos de una obra considerada entre las más representativas del autor, por su tono íntimo y su capacidad de emocionar a públicos diversos.
Marisol Fernández, personalidad de la cultura cubana y profesora de artes plásticas, presentó un cuadro del poeta José Ángel Buesa realizado por el pintor Eduardo Torres, el cual pasará a formar parte del patrimonio del municipio como referencia a la imagen del autor en el Rincón de Buesa de la Casa de Cultura de Cruces.
Aficionados de la Casa de Cultura interpretaron números artísticos inspirados en la lírica de Buesa y lograron un ambiente donde el arte popular se unió a la poesía para rendir homenaje al escritor en el propio sitio donde vivió y soñó durante su juventud.
Juddy Martín Acosta, escritora y promotora cultural, explicó que retomar la obra de Buesa es una necesidad cultural porque se trata de un patrimonio que no puede quedar en silencio y todavía conmueve a quienes leen sus versos.
Buesa, dijo, alcanzó la posteridad de manera natural, y muy pocos autores logran mantener vigencia después de tanto tiempo gracias a un lirismo que habla directamente al corazón y convierte a cada lector en cómplice de su sensibilidad.
Comentó el escritor y cineasta Francisco Blanco Sanabria que el poeta crucense fue capaz de animar un movimiento neorromántico que merece mayor difusión tanto dentro como fuera de Cuba, por la universalidad de sus temas y la belleza de su estilo.
Según Blanco Sanabria, Buesa brindó un amor infinito y una sensibilidad exquisita que marcaron la literatura cubana del siglo XX y hoy continúa siendo referencia obligada para quienes buscan autenticidad en el género lírico.
Aunque José Angel Buesa no tuvo la visibilidad de otros autores cubanos, en Cruces su nombre ocupa un lugar destacado por la forma en que supo retratar con autenticidad las costumbres y emociones de la gente sencilla.
Ese apego a lo popular constituye una de las razones por las cuales las instituciones culturales insisten en devolver su obra al centro de la vida comunitaria, como referente capaz de dialogar con el presente sin perder la raíz.
Los participantes coincidieron en que iniciativas como esta consolidan un sentido de pertenencia necesario para enfrentar los desafíos de la contemporaneidad, donde la memoria cultural se erige como soporte de la identidad.
Esa jornada en Cruces, dedicada a José Angel Buesa, no fue solo un homenaje, sino también un llamado a sostener la continuidad de un proyecto que une tradición y futuro bajo la certeza de que recordar a los grandes de la localidad es también honrar a la comunidad.