La Habana, 24 sep (ACN) El impacto positivo en historias de vida y comunidades atravesadas por la obra de la Revolución quedó patente hoy en el encuentro de instrucción realizado entre autoridades del Partido, el Gobierno y el poder judicial con personas que cumplen sus sanciones en condición de libertad.
El evento, realizado en el Centro Fidel Castro Ruz, estuvo dedicado al centenario del líder histórico de la Revolución cubana, a celebrarse el próximo año, y al debate de experiencias, inquietudes y opiniones de los presentes, quienes son consecuencia palpable de uno de los proyectos más humanistas de la Revolución: aquel dedicado a la reinserción social.
La reunión ocurrió en el contexto del IV Ejercicio Nacional de prevención y enfrentamiento al delito, la corrupción, las ilegalidades e indisciplinas sociales y contó con el acompañamiento de Julio César García Rodríguez, jefe de la Oficina de Atención a los Órganos del Sistema del Poder Popular, del Estado y del Sector Jurídico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), y Liván Izquierdo Alonso, primer secretario del Comité Provincial del PCC en La Habana, entre otras autoridades.
Ante una representación de sancionados de todos los municipios de la capital, sus familiares, jueces de ejecución y asistentes judiciales, Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP), señaló el énfasis del programa, posible solo en un modelo de justicia socialista en función del pueblo, en lograr que un error que condujo en su momento a un delito pueda quedar atrás con una buena conducta y proceder ciudadano de las personas a las cuales se les concede una segunda oportunidad.
Remigio Ferro insistió en que el objetivo del sistema judicial cubano no es el de marcar, a modo de estigma, en el futuro de las personas el peso de culpas ya pagadas con años de internamiento y buena conducta, sino de brindarles la posibilidad de enmendar en sus comunidades, en la sociedad y con la práctica cotidiana las equivocaciones cometidas.
De esta manera, subrayó que el programa apela a la promoción de valores humanos y cívicos positivos, fundados en la decencia, y la convicción de demostrar así la capacidad humana de elevarse y dignificarse, una idea fundamental en el pensamiento heredado de Fidel.
En recordación al aniversario 72 del proceso contra los moncadistas, la Causa 37/1957 del Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba, Yojanier Sierra Infante, presidente del Tribunal Provincial Popular de La Habana, realizó una ponencia respecto a estos hechos, en la cual evidenció las irregularidades del aparataje judicial de la dictadura batistiana y como esto sentó el precedente de lo que no puede permitirse, bajo ningún concepto, la justicia revolucionaria.
Aparte de las violaciones técnicas y éticas que marcaron ese proceso, según explicó Sierra Infante, en el escenario de derogación de la Constitución del 40 por el Golpe de Estado de Fulgencio Batista del 10 de marzo de 1953, los hechos del Moncada no constituían en sí un delito de acuerdo a la legislación vigente y el entorno de inconstitucionalidad.
En los intercambios se insistió en la importancia de esta voluntad como una forma de marcar diferencias con respecto a las realidades que conducen al delito, por lo cual ayuda a prevenir el mismo, lo cual debe ser secundado de la debida atención, control e influencia por parte de los diferentes actores que conforman la sociedad.
Gracias a la vocación humanista de la Revolución y la apuesta de Fidel por otorgar un voto de confianza para resarcir a cada persona independientemente de sus errores, muchos de ellos se encuentran fuera de los recintos penitenciarios, incorporados al trabajo y al estudio e inmersos en proyectos de superación que avalan lo acertado de esta perspectiva y la vigencia del pensamiento del Comandante en Jefe.