La Habana, 20 sep (ACN) El proceso de abastecimiento de agua en el país enfrenta actualmente una de las etapas más complejas que se ha experimentado, pues un promedio de tres millones de personas son perjudicadas por la inestabilidad en el servicio, se informó en el programa Mesa Redonda.
Bladimir Mato Moya, vicepresidente primero del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), hizo la explicación durante la emisión de este viernes, durante la cual se expusieron las características actuales del sistema hidráulico en el país y las proyecciones para enfrentar las afectaciones en el servicio.
El funcionario puntualizó entre las causas de la actual situación, ante todo la intensa sequía que asola a 152 municipios, lo cual ha provocado un déficit de más de mil 700 millones de metros cúbicos en los embalses, además de poner en estado desfavorable a 21 de las 101 fuentes subterráneas explotadas en el país.
Como otro elemento mencionó las dificultades en la generación eléctrica, que inciden en el funcionamiento de los sistemas de bombeo y distribución de agua, lo cual afecta al 50 por ciento (%) de la población perjudicada por la situación del abastecimiento.
El vicepresidente primero del INRH explicó que en un escenario donde existen averías en el sistema de abasto de agua, se suman los efectos del bloqueo estadounidense contra Cuba, que limita el uso de recursos y tecnologías para impulsar en sector hidráulico.
Expresó asimismo, que el organismo ha trazado un plan que se orienta a robustecer la infraestructura existente mediante la realización de obras emergentes, el completamiento de equipos de bombeo, y la protección contra el robo de agua y fallos eléctricos.
Mato Moya destacó que también se recurre a las energías renovables a través de su empleo en autos eléctricos, bombas para zonas pequeñas y equipos destinados a reparaciones menores.
Subrayó el directivo como un punto importante el crecimiento de las empresas del sector, para lo cual el Consejo de Ministros aprobó una serie de medidas en función de favorer el quehacer de las entidades y el sistema salarial.
Aseguró además, que en consonancia con los momentos actuales, funcionarios del ente chequean las obras que se ejecutan, en tanto la comunicación institucional está encaminada a ofrecer información al pueblo sobre las acciones en marcha para mitigar el problema hidráulico.
En la Mesa Redonda Argelio Fernández Riquelme, director de Hidrología del INRH, manifestó que la situación hidrológica en el país es crítica, con una escasez de lluvia que ha golpeado directamente los niveles de los embalses y aguas subterráneas.
El experto declaró que de mayo a agosto se registró el 61% de las precipitaciones previstas, mientras que por regiones el occidente acumuló un 66 %, el centro un 61 y el oriente un 54, siendo las provincias con índice más desfavorable Holguín , Granma y Sancti Spíritus.
Fernández Riquelme comunicó que en esa misma etapa 137 municipios han experimentado un período seco, y de ellos 74 reflejan condiciones extremas, destacándose áreas de Artemisa, La Habana, Matanzas, Sancti Spíritus y desde Camagüey hasta Guantánamo.
El director de Hidrología comentó que en lo que va de septiembre las lluvias han sido normales, pero no compensan el déficit acumulado, ya que el llenado actual alcanza los tres mil 882 millones de metros cúbicos, que representa solo el 42 % de la capacidad nacional, con una necesidad de mil 779 millones.
Resaltó además, que tres provincias tienen embalses con niveles inferiores al 25% y que de los 242 que existen, 139 no alcanzan el 50% de su capacidad, mientras que 13 se encuentran completamente secos.
Con respecto a las aguas subterráneas, informó que 21 cuencas localizadas en Camagüey y Holguín presentan un comportamiento negativo, y especificó que en el caso de Ciego de Ávila se observa un indicio de mejora debido a la labor que se realiza.
Detalló también que parámetros creados por el INRH muestran que 155 municipios presentan sequía hidrológica, de los cuales 112 sufren condiciones severas, recalcando que este fenómeno constituye un desafío sobre el cual acciona el sector hidráulico para disminuir su incidencia.