Santiago de Cuba, 15 oct (ACN) En las montañas de los municipios de Segundo Frente, Songo La Maya y Tercer Frente, las mujeres rurales de la provincia Santiago de Cuba encuentran hoy un impulso a su empoderamiento mediante la integración a los procesos productivos del café, como parte del Proyecto Cooperativo de Desarrollo Agroforestal Prodecafé.
Financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas y el Gobierno de Cuba, este proyecto se alinea con las políticas de género contempladas en el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres.
Su objetivo es la inclusión de las féminas de comunidades rurales en las cooperativas agrícolas, fortaleciendo su autonomía económica, social y ambiental, para enfrentar desafíos como la escasez de alimentos nutritivos y la desigualdad de género.
Brigitte García Poveda, responsable de Género, Comunicación e Inclusión Social de la Oficina de Coordinación de Proyectos Internacionales del FIDA en Cuba, destacó que Prodecafé impulsa la mejora continua de los procesos de producción y comercialización del café y el cacao, mediante capacitación, asistencia técnica y la entrega de insumos a cooperativas de pequeños agricultores.
El suministro de herramientas y recursos ha incrementado los rendimientos agrícolas y la productividad, gracias a la capacitación, las cooperativistas han adquirido conocimientos sobre el manejo integrado de las plantaciones, la cosecha y la poscosecha, comentó.
Según García Poveda, este enfoque ha permitido a las mujeres participar activamente en la gestión de los recursos, lo que refuerza su autonomía dentro de las cooperativas.
El proyecto, implementado por el Grupo Empresarial Agroforestal del Ministerio de Agricultura, también promueve el aprendizaje en áreas como la mitigación del cambio climático, la soberanía alimentaria y la equidad de género, con un enfoque especial en la prevención de la violencia hacia mujeres y niñas, explicó.
Alexander Tamayo Martínez, Coordinador Nacional de Prodecafé, detalló que la entrega de más de cuatro mil 400 módulos de herramientas agrícolas, que incluyen machetes, limas, botas, seguetas, así como dos mil mochilas aspersoras y 35 tractores remotorizados, ha asegurado los elementos esenciales para el éxito de los cultivos.
Estos suministros tienen un impacto directo en el aumento de los ingresos de las estructuras productivas, lo que se traduce en una mejora del salario de las mujeres rurales, fortaleciendo su autonomía económica y mejorando su calidad de vida y la de sus familias, argumentó.
Miraydis Odelín Díaz, especialista de Recursos Humanos en la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Calabaza, en el municipio de Segundo Frente, aseguró que Prodecafé ha fomentado el protagonismo de las mujeres en la toma de decisiones dentro de las cooperativas.
Nos ha proporcionado las herramientas y el apoyo necesarios para incrementar nuestra productividad y mejorar la economía del hogar, beneficiando también a la comunidad, subrayó.
Inolaidys Kindelán Deguet, presidenta de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Emilio Bárcenas, en Segundo Frente, destacó el impacto de las nuevas tecnologías en la eficiencia de las labores: con las nuevas herramientas, la poda, el deshije y la fumigación se realizan de manera más eficiente y menos agotadora.
Esto mejora la calidad del café y nos permite ahorrar tiempo y aumentar nuestros ingresos, lo que atrae a más mujeres a unirse a la producción de cafetalera como una vía para asegurar una vida digna para sus familias, comentó Kindelán Deguet.
Lanzado en 2022, Prodecafé es el tercer proyecto del FIDA en Cuba, y tiene como objetivo fomentar la producción agroforestal con énfasis en el café y el cacao, su prioridad es contribuir a satisfacer la demanda alimentaria del país, otorgando un rol fundamental a las cooperativas.
A la vez, trabaja para aumentar la resiliencia de las comunidades rurales del oriente del país frente al cambio climático, en consonancia con el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.
Este proyecto tiene la meta de beneficiar a más de 17 mil 500 familias en 300 cooperativas agroforestales ubicadas en Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Guantánamo, impulsando el desarrollo integral de las mujeres rurales como motor de cambio en las comunidades.