Cienfuegos, 8 oct (ACN) Andrea María Gallosa Sarría, de seis años, tiene una escuela luminosa en el municipio Santa Isabel de las Lajas, y como hoy es día para estrenar pañoletas sobre hombros que se crecen, ha sentido la gran emoción de un momento especial, tal y cual les ocurrió a los tres mil 500 niños que ingresaron a la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), en la provincia de Cienfuegos
Anette Sarría Sánchez, la madre, -que se desempeña como jefa de enfermería del municipio lajero-, asegura a la Agencia Cubana de Noticias que este es un recuerdo hermoso, porque los niños comienzan a asumir responsabilidades y se sienten muy útiles para cualquier tarea.
En la escuela primaria Camilo Cienfuegos, donde estudian 530 alumnos, Anette también recuerda que hace varios cursos atrás debió anudar la pañoleta a su hijo mayor, quien ya avanza hacia el quinto grado.
La algarabía de los niños, sus cantos, los lazos elegantes de las pequeñas, el atuendo de los bailarines y las poses para que los padres hagan las mejores fotografías, casi hace pensar que este acto escolar no tiene por sede a uno de los municipios de mayor envejecimiento poblacional en territorio cienfueguero.
Tampoco la escuela sede de la actividad es muy joven, tiene 46 años, por cuanto durante más de cuatro décadas varias generaciones de pequeños recibieron el atributo pioneril, entre estos Zuleidy Lemus Hernández, la propia directora del centro, que cursó allí desde prescolar y llegó a ser licenciada en maestro primario.
Cuenta que entre esas etapas también cumplió con el Servicio Voluntario Femenino y ocupó cargos de dirigente pioneril.
Ella habla con orgullo de la “Camilo Cienfuegos”, no solo por el tiempo vivido y dedicado a ese centro docente, sino por los logros en el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), y por aportar delegada directa a la asamblea nacional de la OPJM.
Los 530 alumnos de esa escuela en Santa Isabel de las Lajas tienen, además de una confortable instalación, una buena cobertura docente, del 100 por ciento.
Desde que transitas por sus pasillos, te asomas a sus aulas, y ves el apego de los padres y maestros para con ese enclave, se puede confiar que desde allí saldrán los especialistas en enfermería o en educación, entre tantos otros, para dar continuidad a la vida, en cualquier rincón de Cuba.