Fidel en Vietnam: 52 años de una hermandad sin precedentes

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 Fidel recorre Dong Ha.
Fidel recorre Dong Ha.
Indira Ferrer Alonso (colaboradora) | Foto de archivo
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12 Septiembre 2025

Santiago de Cuba, 12 sep (ACN) Hace 52 años, en septiembre de 1973, cuando el suelo de Quang Tri aún exhalaba el humo de la guerra, un hecho marcó para siempre la historia de la solidaridad entre los pueblos de Cuba y Vietnam: el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, se convirtió en el primer y único jefe de Estado extranjero en visitar la zona liberada de Vietnam del Sur, en plena guerra.

   En la mañana del 15 de septiembre, el Comandante en Jefe cruzó un puente de pontones sobre el río Ben Hai para mostrar al heroico pueblo vietnamita la solidaridad de los hijos de la nación caribeña, y acompañado por el entonces Primer Ministro Pham Van Dong, ondeó la bandera victoriosa de la brigada de Khe Sanh, del Ejército de Liberación de Tri Thien-Hue, y caminó entre trincheras, saludando uno a uno a los soldados.

   En sus palabras, pronunciadas frente a una multitud emocionada en la fortaleza 241, resonó el compromiso irrenunciable: “¡Por Vietnam, Cuba está dispuesta a dar hasta su propia sangre!”.

   Aquella frase, que aún estremece más de medio siglo después, sintetizó la esencia de la amistad entre dos naciones forjadas en la resistencia, la dignidad y el internacionalismo.

   Fidel llegó al país del sudeste asiático con el legado de una organización que una década antes había sido pionera en el mundo: el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur.

   Fundado el 25 de septiembre de 1963 por iniciativa del propio Fidel y presidido por la heroína Melba Hernández, esa organización fue vanguardia en la denuncia de la agresión imperialista y en el respaldo político, moral y material al pueblo vietnamita.

   Desde la Central de Trabajadores de Cuba hasta organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, toda la sociedad antillana se volcó entonces en apoyo a Vietnam.

   Figuras como Vilma Espín, Marta Rojas y Yolanda Ferrer, entre muchas otras, integraron esa amplia plataforma de solidaridad activa.

   Hoy, 52 años después, aquella visita permanece intacta en la memoria de quienes la vivieron, y en ocasión de conmemorarse el medio siglo de la histórica visita, el diplomático Nguyen Xuan Phong, entonces joven traductor, dijo a la Agencia Vietnamita de Noticias que Fidel, vestido con uniforme militar y paso firme, se adentró en los caminos inseguros del campo de batalla para estrechar manos y dejar su huella imborrable.

   Solo seis horas duró aquella jornada, pero bastaron para consolidar una amistad eterna: la visita del Comandante en Jefe a Quang Tri fue un símbolo de hermandad entre dos naciones unidas por los mismos ideales de paz, independencia y justicia social.

   Cuba y Vietnam siguen caminando juntas, Fidel vive en ese abrazo eterno que desafió la guerra y sembró la semilla de una solidaridad indestructible.

   Y como dijo aquel día en la tierras de los anamitas: “Vietnam será diez veces más hermoso, como soñó el Presidente Ho Chi Minh. En esa construcción, Cuba siempre estará a su lado”.