Holguín es una ciudad privilegiada, no solo por sus atractivos naturales, sino por los hijos que acuna, quienes se vuelven parte invariable de su identidad como tierra de grandes hombres.
Entonces la vida y el talento personal se encargan de colocarlos en el lugar correcto, de impulsarlos al crecimiento individual y premiar a otros con la dicha de conocerlos.
Alfredo Carralero, o sencillamente el Carra, como cariñosamente le llaman familiares y amigos, es una de esas personas cuya trayectoria impacta. Recientemente obtuvo el Premio por la Obra de la Vida de la Agencia Cubana de Noticias, el más importante entregado por este medio de prensa para reconocer la labor de sus profesionales.
La noticia circuló en redes sociales, sitios webs, salió desde emisoras y páginas impresas, y muchos se alegraban, porque este hombre de sonrisa sincera, mezcla de amabilidad y exigencia, compromiso y mucho amor a su profesión, posee un mar de reconocimientos y gente que lo quiere.
Desde una vieja máquina de escribir en los primeros años de su quehacer laboral, o detrás de un teclado en estos tiempos de tecnología e Internet, el incansable cazador de noticias, actual Corresponsal-Jefe de la ACN en la urbe oriental, desborda experiencia detrás de la bondad.
Según narra, la vocación por el periodismo comenzó en él cuando apenas había rebasado los 12 o 13 años de edad en su natal Antillita, barrio rural del municipio holguinero de Antilla.
Nadie del entorno familiar ni del vecindario le inculcaban aquellos sueños o pesadillas, como refiere, sino que nacían al ver a su papá leyendo atinadamente los periódicos y revistas, para después explicarle cuál era la labor de los periodistas y escritores.
El tiempo transcurría y la mayor parte de las becas de entonces nada tenían que ver con las letras, eran más bien de contenidos agrícolas, de mecánicas y de electricidad, especialidad esta última por donde empezó a laborar luego de graduarse en el Instituto Tecnológico de Holguín (ITH), pero sin llegarla a cultivar jamás.
Cuenta que su compromiso con el periodismo comenzó en 1969 a través de las páginas del periódico Juventud Rebelde, como Corresponsal de ese medio en la antigua región de Banes y Antilla, luego de concluir un curso en La Habana.
Casi 50 años han transcurrido con total fidelidad a sus aspiraciones infantiles, período durante el cual ha cosechado amor y múltiples premios y reconocimientos, como la Condición de Vanguardia Provincial en 1994 y 1996, otorgada a trabajadores del Sindicato de la Cultura e igual categoría a nivel nacional en 1998.
La obra fundacional de Alfredo Carralero es indudable y atesora momentos trascendentales en la historia del periodismo holguinero, pues durante su período como director del periódico ¡Ahora! creó las revistas Ámbito, dedicada al acontecer cultural; y Serranía, espejo de la vida en las montañas.
Ambos suplementos aún están vigentes y constituyen un orgullo para los colegas, quienes identifican a Carralero directivo, que impulsó también espacios informativos de impacto dentro del referido medio, como los recordados Agente PNR y Ante el tribunal.
Su entrega a la Agencia Cubana de Noticias contempla más de 37 años, en los cuales fue jefe de tres Corresponsalías: Sancti Spíritus (fundador), Ciego de Ávila y Holguín, en la cual se encuentra desde el 2002 y hasta la actualidad.
También, luego de cumplir la Misión de Prensa en Venezuela, fue seleccionado como el periodista más integral de la Agencia de Información Nacional, hoy ACN, etapa en la cual publicó 70 reportajes en diferentes órganos de la prensa impresa sobre los trabajadores de la Salud en esa nación.
Este maestro de varias generaciones enfatiza en la necesidad de cultivar la creatividad, de romper esquemas en pos de lograr la integralidad en los trabajos periodísticos y enaltecer los valores de la noticia, pensando siempre en los intereses del lector.
Reconoce que el periodismo no tiene barreras y constantemente se aprende, pero lo importante es amar el oficio, humanizar los productos comunicativos, así como diversificar los contenidos de la agenda a fin de ganar audiencias.
Muchos hablan de su habilidad para el ejercicio reporteril, otros enaltecen su avezada gestión como editor, más todos le dicen profe, maestro, jefe, y lo hacen con cariño, con admiración, porque realmente eso inspira.
El Carra aboga por el trabajo en equipo, por el intercambio de conocimientos entre colegas y encuentra en las nuevas plataformas infocomunicacionales una herramienta para dinamizar y enriquecer la labor periodística.
Estas líneas quizás no reflejen la totalidad de su creación, pero la esencia debe quedar clara, Alfredo Carralero Hernández constituye una personalidad dentro del periodismo cubano por todos estos años en los que no ha dejado de amar ni un instante el oficio más bello del mundo.