Producir arroz, razón de ser de Adisleydis Fuentes Sánchez

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ACN - Cuba
Orlando Fombellida Claro | Foto: Armando Yero La O
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16 Mayo 2025

   Con total seriedad, la cubana Adisleydis Fuentes Sánchez asegura que su pasión por el cultivo de arroz es genética, pues a temprana edad aprendió de papá el arte de preparar la tierra para la siembra del demandado cereal.

   Expresando orgullo y admiración, definió al autor de sus días como “un arrocero de toda la vida” en la zona de Camagüeycito, cuyas fértiles tierras son administradas por productores del vecino territorio de Las Tunas, aunque geográficamente pertenecen a la provincia Granma.

   Explicó que de su progenitor aprendió también a dar las atenciones culturales requeridas, cosechar y, de ser necesario, desgranar, secar y molinar en casa el gustado grano, alimento indispensable en la mesa del cubano.

   Justamente en homenaje al padre, Adisleydis le puso el nombre de Emilio Fuentes a su finca de semilla de arroz, que está ubicada en el área de Puente Guillén, en el municipio Río Cauto.

   De pie, a orillas de uno de sus verdes campos, observa el ir y venir de una máquina combinada que, al concluir el recorrido, vierte lo cosechado en un camión sobre el cual el producto llegará a la fase de procesamiento industrial.

   Soy productora extensionista o, mejor dicho, multiplicadora de semillas, y en lo único que pienso es en la producción de simientes de calidad para mi empresa, declaró satisfecha a periodistas de diferentes medios de comunicación.

   Cinco años atrás, ella y su esposo Vladimir Suárez Guevara resultaron seleccionados en virtud de la implementación de un proyecto de colaboración entre Vietnam y Cuba, para el desarrollo de este cultivo, a partir del cual recibieron 66 y 40 hectáreas de tierra, respectivamente.

   Esta mujer no cree en obstáculos, subrayó Ángel Luis Tamayo Yero, director general de la Empresa Agroindustrial de Granos José Manuel Capote Sosa, entidad que administra dichas áreas.

   En fecha reciente, frente al peligro de perder las posturas de la última siembra y con ello millones de pesos como resultado de la insuficiente disponibilidad de agua, Adisleydis asumió el riesgo, moteó y ahora cosecha, resaltó.

   A propósito de esa experiencia, Fuentes Sánchez manifestó su confianza en los directivos de la “Capote Sosa”, quienes estuvieron a su lado día tras día hasta ver fluir el preciado líquido gracias al dragado de 22 kilómetros del canal que alimenta sus terrenos y los de otros campesinos.    

   Consistente en hacer semilleros y plantar las matas una a una, a 25 centímetros de distancia, la siembra por trasplante o moteo constituye una técnica que me gusta, porque así ahorro semilla, agua y obtengo buenos rendimientos, destacó la entrevistada.

   Dicha modalidad exige el empleo de mucha fuerza de trabajo, razón que lleva a la destacada arrocera a contratar medio centenar de obreros de Amancio Rodríguez, en Las Tunas, a los cuales alberga, alimenta y paga un millón de pesos por cada 13.42 hectáreas de arroz plantadas.

   Tras completar la entrega de más de 200 toneladas el pasado año 2024, Adisleydis persigue metas superiores en el calendario presente, con el invariable objetivo de suministrar la mayor cantidad posible de simientes de máxima calidad a productores de Río Cauto, otras partes de Granma y el país, agregó Ángel Luis Tamayo.