La Habana, 29 ago (ACN) El jardinero y antesalista Yaser Julio González, una de las nuevas incorporaciones de Industriales para la venidera 64 Serie Nacional de Béisbol, confía hoy en recuperarse a tiempo de una lesión para debutar con el conjunto azul.
Nacido en el Cerro, en el Reparto Martí, muy cerca del mítico estadio Latinoamericano, Yaser Julio parece retornar al punto de origen de su destino deportivo. Allí, en la misma tierra donde el béisbol late como herencia y mandato, se alista para escribir un nuevo capítulo de su carrera.
A sus 33 años y con nueve Series Nacionales en el expediente, llega a Industriales luego de forjarse como figura esencial en Pinar del Río. Su bate poderoso —39 jonrones y 127 impulsadas en las últimas dos campañas— lo colocó entre los cañoneros más respetados del campeonato, integrado en un trío de lujo junto a William Saavedra y el ex Grandes Ligas Alexei Ramírez.
Ya me encuentro muy bien. Ayer me hice un ultrasonido y aunque necesito aún un par de semanas, el médico se asombró de lo bien que marcha la recuperación, declaró a la Agencia Cubana de Noticias.
La ruptura en el bíceps femoral sufrida en la III Liga Élite lo apartó de los entrenamientos, y ahora el tiempo y la paciencia son aliados inevitables. No me siento nada y estoy listo para comenzar a entrenar, pero es mejor esperar el tiempo establecido para una total recuperación, dijo.
El destino lo condujo a la capital. Hace años habían hablado conmigo para venir a jugar con Industriales, pero no era tan fácil como se pensaba. Ahora se dio la oportunidad. Mi padre se fracturó la cadera, tengo que estar lo más cerca posible de él y para poder seguir jugando al béisbol vine para acá, aclaró.
La familia y el béisbol entrelazan así las fibras de su decisión, con la misma naturalidad con que los hilos azules se funden con el verde de su antiguo equipo en su trayectoria.
Yaser Julio agradece el apoyo de los Vegueros: en Pinar del Río, conociendo los problemas de salud de mi padre, apoyaron mi decisión de venir a jugar en la capital. Dicen que me extrañarán y me desean lo mejor. Siempre he contado con el apoyo de los pinareños y a ellos les debo toda mi carrera. Palabras que suenan a despedida y a gratitud, pero también a promesa de continuidad.
En el Coloso del Cerro, el muchacho de sonrisa fácil y carácter humilde añora ser uno más dentro de la manada. Quisiera que aquí los aficionados me acogieran como un industrialista más y que sepan que lo daré todo en el terreno como mismo hice en Pinar del Río.
La 64 Serie Nacional está a las puertas, y aunque Yaser Julio no podrá estar en los primeros juegos, su figura ya es esperada. El regreso al barrio que lo vio nacer lo enfrenta al desafío de vestir por vez primera la franela de los Leones.
Será su segunda casa, quizá la definitiva, y en sus palabras late la certeza de que el tiempo y el empeño acabarán por fundirlo con la memoria azul.
En el rumor de las gradas, cuando vuelva a estallar su madero contra la pelota, La Habana entera sentirá que un hijo regresa al lugar donde todo comenzó, cuando debutó con el extinto equipo de Metropolitanos.
Yaser Julio González no viene solo a vestirse de azul: viene a fundirse con la memoria de Industriales, a dejar en ese recinto mágico la huella de su entrega y con la certeza de que la lealtad al béisbol puede convertirse también en lealtad a una ciudad.