La Habana, 28 oct (ACN) Dicen en Washington que el bloqueo económico, financiero y comercial resulta un invento de Cuba para justificar su “malgobierno”, pero han sacado sus cañoneras políticas, mediáticas, diplomáticas e imperiales para que el mundo no rechace este 29 de octubre esa política genocida.
Entonces, ¿existe o no existe el cerco asfixiante a la Isla? ¿Cómo pedirle a alguien que se ausente en el momento de emitir el sufragio, se abstenga o vote en contra de algo que no existe?
¿Por qué aplicar sin el más mínimo sonrojo diplomático el garrote y el chantaje económico a gobiernos extranjeros para que asuman una determinada posición cuando Cuba presente en el plenario de la ONU el proyecto de resolución de poner fin al bloqueo?
El comportamiento este año del tándem Trump-Rubio roza con lo patológico respecto a Cuba. O lo es. Van de escaño en escaño tratando de torcer brazos y voluntades. Envían emisarios de alto rango con un papel intimidatorio en la mano a las oficinas de los gobernantes…
En la Casa Negra, porque de Blanca no tiene mucho, reducen el asunto a una disyuntiva muy hegemónica, típica de la arrogancia imperial y el ejercicio del poder por la fuerza: ¿Estás conmigo o contra mí?
Construyen narrativas falsas que difunden por su cada vez más sofisticado complejo manipulador industrial, un entramado de tecnologías digitales que sustenta la guerra cognitiva con la cual tratan de reconfigurar las relaciones de poder en el mundo.
En estas jornadas previas a la votación sobre el bloqueo, operan en sus baterías mediáticas con agendas alineadas a temas de alta sensibilidad y que han tratado de tergiversar para sacar el mayor rédito político y simbólico posible.
Sus operadores “infomanipuladores” buscan posicionar matrices de opinión que conecten la cooperación médica de Cuba con la trata de personas, asocien al gobierno de la Isla con apoyo militar a Rusia en su conflicto con Ucrania e intentan etiquetar a La Habana como desestabilizador de democracias.
Esos constituyen algunos de los enfoques discursivos, construidos en laboratorios y sin fundamentos en la realidad, con los que Estados Unidos pretende justificar ante la opinión pública mundial su genocida política contra Cuba.
Pese a esa agenda tan agresiva, la mayoría de los países miembros de la ONU volverá a expresar la voluntad de los pueblos del mundo sobre la necesidad de eliminar el bloqueo que tanto perjudica a los habitantes de la isla en su desarrollo económico y social.
Estados Unidos lo sabe y en aras de condicionar el voto mañana en la ONU arrecia sus rachas de presión y chantaje, como la versión imperial del huracán Melissa que es.
Por muy complejo y polarizado que esté el escenario mundial, la ONU reconocerá mañana, una vez más desde 1992, que el bloqueo económico, comercial y financiero sí existe y es necesario ponerle fin. Esa es una verdad que Washington jamás podrá silenciar.
🇨🇺‼️ RIGHT NOW IN TIMES SQUARE! A giant sign illuminates the truth: the people of the US don’t support Trump’s policy of starvation and demand an end to the US blockade on Cuba!
— The People's Forum (@PeoplesForumNYC) October 28, 2025
Today, the UN General Assembly will debate a resolution to end the US blockade against Cuba. As… pic.twitter.com/ng7AMRUp8y
