Los cubanos José Miguel Rodríguez Garrido y Yuraima García Vázquez son ejemplos de empeño y dedicación por regalar arte, sin importar lo difícil de las circunstancias.
Ambos representan el espíritu de abnegación que caracteriza a los instructores de arte de la Brigada José Martí (BJM), de la cual son líderes, respectivamente, en los municipios de Pilón y Campechuela, en la oriental provincia Granma.
Por más de una década, José Miguel está al frente de la tarea en su natal Pilón, donde desarrolla la especialidad de música.
A su juicio, la articulación entre diferentes organismos y el funcionamiento de los proyectos comunitarios, son dos aspectos fundamentales que garantizan calidad y trabajo a los instructores, además de jugar un papel vital en la difusión de la cultura.
En diálogo con la Agencia Cubana de Noticias, explicó que una de las principales fortalezas de su terruño es la capacidad de identificar talentos autóctonos y desarrollarlos hasta convertirlos en verdaderos exponentes de las tradiciones locales.
Con las experiencias acumuladas, afirmó que en el arte encontró una vía para superar obstáculos y transformar su realidad, motivo por el cual decidió contribuir a la educación de niños y jóvenes, con pasión y esperanza.
Para Rodríguez Garrido el éxito radica en el amor por la profesión, pues cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro confió en nuestra brigada para cumplir con el propósito, él sabía lo que hacía.
Este oficio no es solo un trabajo, sino una misión de vida que, si pudiera, elegiría una y otra vez, subrayó.
Su colega Yurania García Vázquez comparte una visión similar sobre la vitalidad del compromiso con la labor cultural, y asegura, además, que ser educadora constituye una convicción que va más allá de las dificultades.
En Campechuela, dijo, la brigada ha logrado consolidar una estructura organizativa que permite laborar de manera eficiente.
El grupo coordinador, por ejemplo, funciona de manera cohesionada, lo que nos facilita la planificación de actividades y la integración con otras instituciones, como Educación y la Unión de Jóvenes Comunistas.
Señaló que entre los proyectos más destacados figuran el colectivo músico-danzario Campeche, y las iniciativas Panal de Fantasías y Pequeñines, estas últimas dedicadas a acompañar el desarrollo de los niños, desde el círculo infantil hasta la enseñanza primaria.
García Vázquez refirió qué programación marca el ritmo de las presentaciones, en respuesta a las necesidades y los gustos de la comunidad.
Los infantes que participan lo hacen por su inclinación natural hacia el arte y, en muchos casos, comienzan su formación desde edades muy tempranas, resaltó.
Sobre su trayectoria como educadora, Yurania confesó que, si bien nunca se siente completamente satisfecha con los resultados, el esfuerzo y la constancia le han permitido ver frutos.
Aseguró que el mayor reconocimiento llega con la posibilidad de ver el impacto de su obra reflejado en el talento de sus alumnos y en la vitalidad de la cultura de su tierra.
Con dedicación inquebrantable, ejemplos de instructores de arte como José Miguel y Yuraina evidencian la importancia de la Brigada, al tiempo que inspiran a las nuevas generaciones y demuestran que el arte constituye herramienta poderosa para transformar vidas.