La cuarta edición del Clásico Mundial de Béisbol volverá a acoger a 16 naciones expectantes de lucir sus mejores galas en el más importante evento de béisbol entre países, si bien el vigente monarca República Dominicana no se quedará cruzado de brazos y vendrá con todo para revalidar su corona.
Entre las estrellas que brillarán en la nómina quisqueyana destacan Manny Machado y Robinson Canó, este último elegido el Jugador Más Valioso hace cuatro años.
Machado llega con una temporada 2016 en la que bateó para 294, conectó 39 jonrones e impulsó 96 carreras; mientras que su coterráneo Canó, lo hace con promedio ofensivo de .298, 39 vuelacercas y 103 empujadas.
En medio de fortísimas rivalidades asociadas a la sabida calidad de sus integrantes, las nóminas en competencia se verán las caras desde hoy y hasta el 22 de marzo en ciudades de Japón, Corea del Sur, México y Estados Unidos, toda vez que los cruces decisivos acontecerán en los predios del Dodger Stadium, de la urbe estadounidense de Los Ángeles.
Cuba participará con un elenco mayormente joven y cuyo promedio de edad ronda los 29 años; no obstante, anhela una actuación decorosa.
El experimentado Carlos Martí Santos, timonel de la selección
antillana, en más de una ocasión ha dejado claras las motivaciones y retos de sus discípulos, la voluntad de esforzarse por avanzar a la segunda ronda del torneo, que como en la primera, tendrá una de sus sedes en el majestuoso estadio Tokio Dome, de la llamada Tierra del Sol Naciente.
Y no es para menos, más de un contrincante de respeto enfrentará la Isla en su camino hacia esa meta, pues los bien conocidos nipones -campeones de las dos primeras ediciones de la lid- poseen en su nómina a peloteros de la talla del pitcher derecho Tomoyuki Sugano, de los Gigantes de Yomiuri y quien en la Liga Profesional Japonesa ostenta récord de 44 victorias y 28 reveses, así como también efectividad de 2. 34 en 697 capítulos.
Además del camarero Tetsuto Yamada, uno de los principales en ofensiva de su conjunto, tras la ausencia por lesión del estelar Shohei Otani, pues en dos temporadas consecutivas acumula promedio de bateo por encima de .300, más de 30 cuadrangulares y 30 bases robadas.
Se suma Australia en su grupo B, armada con figuras de las Grandes Ligas y otros de sobrada trayectoria, entre ellos, el relevista Warwick Saupold y el zurdo veterano Travis Blackley, ambos de los Tigres de Detroit.
Sin menospreciar a China, que a pesar de ganar un único juego en la primera fase en 2013, cuenta con el ex manager ligamayorista Jon McLaren para llevar las riendas de su selección y el brazo del lanzador panameño de 39 años Bruce Chen, como parte de la rotación, quien con su experiencia de seguro aportará mucho a los suyos.
Por el grupo A, del cual emergerán los dos cupos a la segunda fase, Corea del Sur, subcampeón de 2009, descuella como favorito; en tanto los representantes de Taipei de China y Holanda deberán disputar el otro boleto.
Figuras con participación en otros torneos internacionales animarán el certamen por los cubanos, aunque sin dudas, el avezado Frederich Cepeda acaparará no pocos titulares de la prensa especializada, por tratarse del único cubano asistente a las cuatro ediciones del CMB.
El guardabosques espirituano exhibe en la historia de la justa un promedio ofensivo de .449, gracias a sus 31 hits en 69 oportunidades, 17 carreras anotadas, 23 impulsadas y 15 pasaportes.
Pero, ¿dónde radican las principales fortalezas de la selección de Cuba, esa que no cuenta con jugadores de las Grandes Ligas
estadounidenses en sus filas? Al decir del mentor Martí Santos, en la unidad, los deseos de jugar béisbol y el pitcheo, este último, medible matemáticamente.
El staff de lanzadores cubanos se distingue por su diversidad de estilos y la mezcla de talento y osadía; sin embargo, carece de una notoria representación de zurdos que tanto “daño” provoca a los bateadores.
Los topes preparatorios en tierras asiáticas permitieron consolidar el trabajo colectivo y pulir deficiencias en todas las posiciones del juego, además de facilitar la definición de roles de cara al más importante evento de las bolas y los strikes a nivel global.
Lo cierto es que el IV Clásico Mundial de Béisbol augura un
excitante espectáculo beisbolero, en el cual 16 países volverán a
pugnar por poner en lo más alto el nombre de su nación.