Dos generaciones unidas por la enseñanza de la Historia

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ACN - Cuba
Ana Esther Zulueta | Foto: de la autora
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08 Septiembre 2025

   En los pasillos de la escuela secundaria básica Fabián Fernández Riera, en la Isla de la Juventud, coinciden dos seres humanos que representan la continuidad del magisterio cubano, ellos son el joven Jeidel Lamorú García y la experimentada Patricia Martorell Caraballosa.

   Ambos —representantes de dos generaciones y un mismo propósito: formar ciudadanos desde la enseñanza de la Historia y la Educación Moral Ciudadana— comparten sus testimonios con la Agencia Cubana de Noticias.

El camino de Jeidel

   Jeidel —recién egresado de la escuela pedagógica Martha Machado Cuní— realizó sus prácticas en ese mismo centro, donde vivió una etapa importante de fortalecimiento profesional.

   Aquí fue donde realmente me formé, el acompañamiento de una profesora con tantos años de experticia me ha aportado muchísimo. Siempre acudo a ella ante cualquier duda o problema, comenta agradecido.

   Añade que ella, se refiere a Patricia, es quien lo guio durante el ejercicio de graduación y continúa siendo referente en su desarrollo docente. “La forma en que ella maneja los medios de enseñanza y la atención diferenciada a los alumnos resulta admirable”.

Una vida dedicada a enseñar

   Mi vida está intrínsicamente ligada al magisterio, tiene sus inicios en Veguita de Bayamo, cuando —siendo adolescente— respondí al llamamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz durante la campaña de alfabetización, comenta Patricia.

   Desde entonces, su trayectoria está marcada por un profundo compromiso con la educación. “Cuando me gradué como maestra Makarenko, me enviaron a Minas del Frío a impartir la asignatura de Historia. Era joven, sin experiencia, pero sabía que no podía negarme”, recuerda con nostalgia.

   Refiere que desde su servicio social en la Sierra Maestra hasta la actualidad en la Isla de la Juventud se desempeñó como profesora, metodóloga, inspectora escolar y asesora. Hoy, cuando está a punto de cumplir 76 años, continúa formando a jóvenes docentes como Jeidel.

   Es una satisfacción grande ver que el trabajo da frutos. Él se preparó aquí, y eso representa la continuidad del proceso”, afirma con orgullo.

Reconocimientos y legado

   Avalan la contribución de Patricia a la enseñanza en Cuba, el Premio Especial del Ministerio de Educación, las medallas honoríficas Raúl Gómez García y Rafael María de Mendive, que otorgan los Sindicatos Nacionales de Trabajadores de la Cultura y de la Educación, la Ciencia y el Deporte, respectivamente.

   También mereció, la distinción por la Cultura Nacional y el reciente reconocimiento que recibió de la Unión de Historiadores a instancia de país. En la actualidad, además de cumplir con su horario como docente, orienta metodológicamente a los colegas de Historia en La Fe, localidad donde reside.

Un puente entre generaciones

   La relación entre Jeidel y Patricia trasciende lo profesional; es reflejo de un sistema educativo que valora la formación integral y el acompañamiento intergeneracional. En cada clase y en cada consejo, se transmiten además de conocimientos, valores, compromiso y amor por la enseñanza.

   Ahora, cuando formar educadores constituye más urgente que nunca, experiencias como estas iluminan el camino, porque en cada maestro que se forma, hay otro que deja su huella.