Luego de un período de nueve años sin obtener medalla de oro en la asignatura de Matemáticas, Cuba recibe el primer escaño con puntuación perfecta de manos de la alumna de décimo grado Sofía Alvizu-Campos Rodríguez, de La Habana, en la XIX Olimpiada de Matemática de Centroamérica y el Caribe.
Entre los objetivos principales del Instituto Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin, centro educacional de la galardonada, se encuentra preparar a sus estudiantes de alto rendimiento para certámenes de elevada complejidad.
La joven ganadora también del primer lugar en el concurso nacional de la asignatura de los años 2016 y 2017, de la medalla de oro en el provincial, del terminado curso escolar y de la Copa entre los IPVC, efectuada en la provincia de Granma, comentó en exclusiva a la ACN la ardua labor realizada por los entrenadores cubanos; así como sus experiencias en el evento.
¿Qué preparación recibiste para enfrentarte a un concurso de gran magnitud?
En la "Lenin", específicamente, contamos con entrenadores para cada asignatura, quienes nos preparan desde septiembre hasta febrero, fecha del concurso nacional. Después de la mencionada competencia, los primeros 10 del grado son separados por dos meses de la institución e internados en el Centro Nacional de Entrenamiento, con sede en el politécnico de Boyeros Eduardo García Delgado.
El primer mes es de pruebas, en el caso de Matemáticas dos semanales y los tres que hayan acumulado las mayores calificaciones en las ocho evaluaciones formarán el equipo nacional y serán entrenados de forma intensa durante el segundo mes, con el propósito de enfrentarse a los concursos.
Mi entrenador, Evidio Quintana, es uno de los muchos que día a día nos proponen retos, y con su esfuerzo y dedicación ha hecho posible la superación del equipo.
Estoy segura de que si no hubiese entrado a la "Lenin" me sería imposible obtener un resultado similar, debido a la amplia preparación que recibimos en la escuela.
No obstante que los profesores constituyen un pilar para el entrenamiento, ¿cómo te preparaste individualmente?
Tuve que trabajar sin descanso. Tenía mis metas claras y quería obtener resultados relevantes, por ello me entregué por completo al estudio, para mí todos los días eran de preparación.
Desde quinto grado participo en concursos, sobre todo en Matemáticas, al comienzo mis resultados en esta asignatura no fueron buenos; sin embargo, amaba la ciencia y anhelaba obtener un premio.
En noveno grado logré, por vez primera, medalla de oro en el concurso nacional de Matemáticas, solo así comprendí que con trabajo y esfuerzo podía alcanzar las metas, aunque fuesen sueños, ante la mirada de muchos, imposibles.
¿Quiénes fueron tus compañeros de equipo?
La selección de décimo grado para concursos de esta índole la componen también Alex Sierra y Yuliet Bringas, mis compañeros del aula de alto rendimiento en la "Lenin".
Recuerdo que antes de viajar a El Salvador, nación sede del concurso, ambos me ofrecieron sus objetos de la suerte, un osito de peluche, y la ropa que utilicé ese día era de Yuliet.
El equipo cubano es muy parecido a una familia, donde prevalecen el apoyo y los deseos de superación.
¿Cómo transcurrió el concurso?
Llegué a El Salvador el 16 de junio por la noche. Al día siguiente tuvimos la inauguración en la Universidad de San Salvador y una vez concluida nos llevaron a un hotel en las montañas de San Ignacio, donde no podíamos comunicarnos con el entrenador para evitar fraude, ya que el jefe de la delegación poseía las preguntas del concurso.
Podíamos utilizar únicamente la página de Facebook destinada a la competencia y el correo para comunicarnos con nuestros familiares, el acceso a los sitios mencionados era supervisado.
Durante ese período de adaptación los jóvenes que participábamos trabamos fuertes lazos y por una vez en mucho tiempo dejamos a un lado las matemáticas para jugar fútbol, voleibol y ping-pong.
Hubo dos jornadas intensas de pruebas, dos en total, cada una con tres interrogantes y un valor de siete puntos.
El día de los resultados festejé, además del oro junto a dos participantes de México y un puertorriqueño, una puntuación perfecta.
¿Qué sentiste al recibir esta medalla?
Antes de conocer los resultados sentía una gran responsabilidad porque era la única cubana.
Una vez dicho los ganadores, la felicidad me inundó, pero a la vez deseos de agradecer a mi familia, que siempre me apoyó en cada una de mis decisiones, a mis compañeros de equipo, a mis entrenadores y en especial a mi profesor de la "Lenin".
Estoy muy contenta de haber entregado esta medalla a Cuba, a mi escuela; sin embargo, no quiero detenerme aquí, el próximo curso espero participar en competencias de igual o superior magnitud y conquistar excelentes posiciones.
¿El estudio de la asignatura ocupa todo tu tiempo?
Sí, pero me gusta lo que hago, me gusta estudiar y poder resolver difíciles acertijos.
Antes pintaba, soy amante del arte; sin embargo, cuando me adentré en esta ciencia tuve que dejarlo a un lado, el tiempo no me alcanzaba; de igual manera tuve que dejar de escribir, que era otro de mis hobbies.
Ciertamente no puedo asistir a muchas fiestas, ni hacer todo lo que comúnmente se les asignan a los adolescentes, en cambio tengo mi equipo, compuesto por maravillosas personas, me relaciono con gente que tienen iguales intereses a los míos y estar rodeada de jóvenes que desean superarse cada día más me ayuda a concentrarme.
¿Crees que Cuba puede alcanzar óptimos resultados en los venideros concursos?
Claro, la preparación que nos brindan los entrenadores cubanos en muy completa, no tengo ninguna queja en cuanto a los contenidos que se nos imparten, el rigor es elevado y por lo menos en la geometría, Cuba siempre se lleva las máximas puntuaciones.
Solo que esta intensiva preparación se da únicamente en el nivel medio superior, los estudiantes de secundaria que representan al país en estos certámenes tienen una preparación insuficiente. Opino que si desde temprana edad se prepara a los alumnos que quieren y tienen condiciones para estas cita, los resultados del país serían mucho mejores.
Además, vale mencionar el hecho del escaso presupuesto destinado a los alumnos. Este año solo pude asistir yo; pero si hubiésemos ido los tres de la selección nacional podíamos habernos llevado la Copa El Salvador, premio que recibe la nación que haya tenido mayor progreso en los últimos dos años.
¿A qué aspiras una vez graduada de la vocacional?
Pretendo estudiar Matemática, la teoría perteneciente a esta ciencia me fascina. Luego de poseer conocimientos más profundos los aplicaría en la física, así podría entender el universo con mayor precisión.