Carlos Martí Santos, director de las selecciones nacionales a la Serie del Caribe y al Clásico Mundial de Béisbol, debutó hace más de 40 años como timonel en torneos cubanos, siempre con la misma paciencia, con su temperamento tranquilo.
Guió a equipos Cuba de la categoría juvenil en varios eventos internacionales y, en algunas ocasiones, regresó con los trofeos, sin embargo ahora, después de más de cuatro décadas en los puestos de mando, es que muchos lo reconocen como profe, como timonel capaz de conducir el “equipo grande” en citas importantes.
Y con su acostumbrada modestia, el manager con más experiencia en Series Nacionales de Béisbol (SNB) agradece la oportunidad, dice que constituye un orgullo y hará su mayor esfuerzo para contribuir a los éxitos.
Todo sucede después del título conseguido recientemente y de forma espectacular por sus Alazanes de Granma en la SNB.
Martí Santos no pensaba en la posibilidad de ir al Clásico, la veía demasiado lejos. Lo dijo en una conferencia de prensa luego del tercer partido de la final del campeonato cubano: “Los guajiros no tenemos suerte para eso”. Y muchos de los presentes en la sala sonreímos. Él tenía sus razones.
Durante los últimos años solo se hablaba de Víctor Mesa y Róger Machado como los únicos aspirantes al puesto de mando del Cuba, lo cual se mantuvo durante buena parte de la última campaña hasta que el granmense fue demasiado visible por su inteligencia en cada decisión, por la buena adquisición de los refuerzos, por la tranquilidad y los resultados de sus pupilos en el terreno, y también por los errores frecuentes del primero, sobre todo en la semifinal.
Por primera vez en los últimos años, la opinión popular resulta tan favorable como ahora por la designación de Martí Santos, oriundo del municipio montañoso de Buey Arriba, pues aficionados, entrenadores y peloteros aplauden la decisión.
Luego del último desafío por el título, el receptor industrialista Frank Camilo Morejón, refuerzo de los Alazanes en la reciente campaña, elogió la labor del experimentado entrenador, a quien conoce desde su etapa en el conjunto grande de la categoría juvenil, cuando estuvo bajo sus órdenes.
Él me ha demostrado que resulta importante dar confianza a los atletas, habla lo necesario y jamás cuestiona a alguien por un error en los partidos, aunque señala con fuerza lo mal hecho, declaró a la ACN, con emoción por el triunfo cuando todavía no había recibido su medalla.
¿Cuántas tristezas debe haber sufrido el manager granmense, Licenciado en Cultura Física y padre de dos jóvenes, cuando su nombre ni siquiera era mencionado entre los aspirantes? ¿Qué habrá pensado, junto a su esposa Adis Sánchez Maceo, cuando le quitaron las riendas del Cuba de la categoría juvenil sin ni siquiera explicarle las razones?
Después de problemas de salud y hasta una intervención quirúrgica, volvió al béisbol, su mayor pasión, aunque cuando adolescente practicó también fútbol, y todo le sonríe más que antes.
Este humilde hombre, quien cumplirá 68 años de edad el próximo 16 de febrero, suma 960 victorias en series nacionales, según las estadísticas de la página oficial de la Federación Cubana de Béisbol.
El mes de enero del año 2017, tal vez sea el más feliz de su vida hasta el momento, pues se coronó campeón nacional con los Alazanes, después de 27 intentos sin lograrlo, y por primera vez recibió la responsabilidad de guiar el Cuba de mayores.
Martí Santos, debutante en la temporada de 1977-1978 con Granma y único conductor en 17 campañas consecutivas, desde esa primera hasta la de 1993-1994, también fue comisario técnico de la Comisión Nacional de Béisbol y tiene experiencia como asesor en otros países, incluidos Italia y Venezuela.
El pueblo de la Isla sueña con éxitos en la Serie del Caribe, que se efectuará desde este miércoles y hasta el siete de febrero en México, y en el Clásico Mundial, el cual comenzará para la selección nacional el seis de marzo próximo en Japón.
Más allá de los resultados, Carlos Martí Santos, el guajiro de Buey Arriba, el ganador de una fortísima Selectiva en 1981, el actual campeón nacional, el importante director, ya tiene parte de sus premios, de forma muy merecida, aunque él y sus muchachos sueñan con mucho más.