Convierten preuniversitario artemiseño en enclave agroproductivo

Compartir

ACN - Cuba
ACN
70
06 Octubre 2025

La Habana, 6 oct (ACN)  El antiguo preuniversitario Victoria del Uvero, en el municipio de Güira de Melena, Artemisa, se convirtió en el Proyecto de Desarrollo Local La Pepilla y sede de la Cooperativa de Créditos y Servicios Ubaldo Díaz Fuentes, con el propósito de impulsar producciones agropecuarias sostenibles y generar encadenamientos productivos, precisó el periódico El Artemiseño.  

   Rafael Leal, presidente de la cooperativa, declaró que la iniciativa surgió tras la aprobación de financiamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la iniciativa Pequeñas Donaciones, lo que permitió rehabilitar las instalaciones y adaptarlas a nuevas exigencias.  

   En el área donde funcionaba el comedor se instaló una minindustria para procesar plátano, boniato y yuca, entre otros cultivos, por lo que el centro cuenta con capacidad para procesar ocho toneladas diarias, aunque la falta de equipos trifásicos limita el uso de esteras y marmitas, lo que ha provocado pérdidas de tomate y zanahoria.  

   La donación del Programa de Naciones Unidas aportó piezas de repuesto, un calentador solar y una empacadora al vacío; en paralelo, el Programa de Innovación Agrícola Local asignó 10 mil dólares para construir una nave avícola, y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura aprobó 150 mil euros destinados a la compra de equipos de procesamiento, una línea de envasado y un módulo para la cría de peces.

   El proyecto empleó a 12 trabajadoras, cifra que debe aumentar a 50 cuando se instalen todos los equipos, y logró que el abastecimiento de agua se garantizara mediante paneles solares que alimentan turbinas y sistemas de iluminación, lo que refuerza la soberanía energética de la cooperativa.  

   En el área deportiva del antiguo centro escolar se construyeron estanques de concreto para la cría de tilapia negra y roja, con un sistema de recirculación de agua que acelera el crecimiento de los peces. El agua de los estanques se utiliza en viveros y semilleros, mientras los desechos de la minindustria y la gallinaza se destinan a la producción de humus y pienso, en un esquema de economía circular.  

   Ryan Leal Ravelo, ingeniero agrónomo e hijo del presidente de la cooperativa, se incorporó al proyecto con la atención a semilleros de hortalizas y la cosecha de frutabomba de la variedad delicia roja, cuyas semillas fueron donadas por el programa mexicano Sembrando Vida.  

   Entre las proyecciones figura trasladar a la nueva sede el círculo social de la cooperativa, con piscina y cafetería, así como la construcción de 30 habitaciones para hospedar visitantes en actividades de capacitación y conferencias. También se prevé fomentar la siembra de guayaba y estevia, planta de la cual se obtiene un edulcorante natural.  

   La Pepilla constituye un ejemplo de cómo la cooperación internacional, la innovación tecnológica y la participación comunitaria pueden transformar espacios en desuso en polos productivos, con impacto en la seguridad alimentaria y el desarrollo local.