La Habana, 13 ago (ACN) La alquizareña Isabel González Barca, exalfabetizadora y trabajadora del Plan Genético Experimental Niña Bonita en Bauta, compartió conmovedores recuerdos de sus encuentros con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, durante la década de 1970.
Su historia con el Comandante en Jefe, publicada hoy en el semanario el Artemiseño, resalta los inicios laborales de González Barca, quien con apenas 22 años y bajo un intenso aguacero, recibió la inesperada visita de Fidel, hecho que marcó una relación profesional y humana que se extendería por más de cuatro años.
Aquello me dio tanta vergüenza que en el corto plazo no hubo término o cifra sobre ganado Holstein, capacidad lechera, entrecruzamientos o plantas proteicas, que no memorizara, confesó.
Ese día revisó unos sembrados de bermuda y luego conversamos poco más de lo habitual a la sombra de una mata de mango, recordó Isabel, al tiempo que confirmó que durante sus frecuentes recorridos por los planes ganaderos de Artemisa, Fidel demostró su interés por el desarrollo agrícola y el bienestar de los trabajadores.
La nota narra que la pasión por la lectura de la joven secretaria llamó la atención del Comandante, quien le obsequió libros con la condición de que los devolviera tras leerlos; insistió en que debía estudiar, a la vez resaltó la manera de expresarse de alguien con tan pocos estudios, relató al semanario.
Tras su paso por el Plan Niña Bonita, González Barca trabajó durante 25 años en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin, donde también tuvo la oportunidad de reencontrarse con Fidel en 1996, durante la visita de un periodista estadounidense.
Suelo hablar poco de mis encuentros con él por modestia, no por olvido, concluyó Isabel, quien asegura guardar en su memoria cada gesto, palabra y enseñanza del líder revolucionario.
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