La Habana, 1 abr (ACN) A fin de delimitar las prioridades de trabajo durante el presente año y el primer trimestre de 2026 para la actualización del Esquema Nacional de Ordenamiento Territorial, se desarrolló hoy un taller destinado a profundizar en los principales temas de interés.
El espacio, realizado en el Palacio de Convenciones de La Habana, contó también con la participación de representantes de otros países asociados a la labor del Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU) y de los Organismos de la Administración Central del Estado encargados de instrumentar las estrategias definidas.
De acuerdo con el general de división Raúl Omar Acosta Gregorich, presidente del INOTU, la actualización se fundamenta en los problemas económicos y financieros presentes en el escenario nacional, provocados en gran medida por el recrudecimiento del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos.
Acosta Gregorich precisó que estás complejidades han tenido una marcada incidencia en el bajo nivel de cumplimiento de las políticas delimitadas hasta el año 2030, por lo que corresponde adecuar indicadores, algunos inviables teniendo en cuenta las circunstancias y dinámicas nacionales, en el contexto de la política de máxima presión aplicada por la administración norteamericana y sus repercusiones hacia lo interno del país antillano.
Nos reunimos con el propósito de perfilar una política integradora, en correspondencia con las condiciones actuales, sin dejar de aspirar al desarrollo del país y responder a las necesidades de la población en cuanto a la planificación urbanística y medioambiental, concluyó.
Dayanis Moreno Boloy, directora de Ordenamiento Territorial, expusó cada uno de los puntos trazados en la estrategia, donde predomina en su mayoría el poco avance en la consecución de los objetivos propuestos en esferas como el uso de las tierras agrícolas, el manejo de los recursos hidráulicos, la explotación minera, la recuperación e incremento del fondo habitacional y el crecimiento de los núcleos poblacionales y su infraestructura, entre otros.
Moreno Boloy explicó que aún está por definir el alcance en el tiempo que tendrá la actualización del Esquema, el cual estará dividido en cuatro subsistemas: físico-ambiental, económico-productivo, asentamientos humanos y población e infraestructura técnica, de acuerdo a las dimensiones contempladas en la Ley 145/2021 Del ordenamiento territorial y urbano y gestión del suelo.
De esta manera, agregó, se pretende avanzar en la identificación de las vulnerabilidades, la actualización del catastro urbano y la geolocalización y mapeado de las principales problemáticas, conforme al aprovechamiento óptimo de las capacidades territoriales, las dinámicas demográficas y el cambio de la matriz energética, entre otros procesos.
Los presentes reflexionaron además sobre los impactos de los huracanes y otros fenómenos climatológicos extremos, y los desafíos que suponen estos para la seguridad de las comunidades.