La pinera Olivia y el legado martiano en la docencia que imparte

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ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Foto: Autora
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17 Octubre 2024

Nueva Gerona, 17 oct (ACN) La pinera Olivia Guerra Ponce se confiesa una martiana convencida,  cuenta a la Agencia Cubana de Noticias que desde niña, cuando tuvo la oportunidad de leer la revista “La Edad de Oro”, nació en ella una fascinación por la obra del “Maestro”, que se acrecentó con el paso de los años.

   Profundizar en el conocimiento del pensamiento del Apóstol, le permite hoy a esta profesora de Filosofía e Historia ejercer la docencia en la Filial de Ciencias Médicas de Isla de Juventud, con apego a la prédica martiana en cada una de sus clases y conferencias.

   Quienes tenemos el privilegio y la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones debemos vincular la esencia de su legado a los contenidos que impartimos, sin importar la asignatura de que se trate porque no hay aspecto de la vida que José Martí no abordara en su magnífica literatura, afirmó con convicción.

   Enfatizó la pedagoga que Martí dejó un patrimonio excepcional, cuyos valores deben servir de guía a la sociedad cubana contemporánea y corresponde a los docentes transmitirlos a los niños y jóvenes y a las familias colaborar en ese empeño, máxime porque sus postulados trascienden su época y las fronteras cubanas, enfatizó la pedagoga.

   Su compromiso con la enseñanza de los valores martianos se reflejó recientemente en su ponencia titulada “Martí y el Código de las Familias”, presentada en el evento “Pinos Nuevos”, organizado por la Sociedad Cultural José Martí.

   Este trabajo recibió elogios tanto de los participantes como del jurado, destacando su relevancia en el contexto actual.

   Explicó que su ponencia estableció un vínculo entre los postulados de Martí y el nuevo Código de las Familias, al resaltar conceptos como la importancia del matrimonio, estructura social clave en la educación de los hijos y la responsabilidad parental.

   Los principios martianos son atemporales y fundamentales para construir una sociedad más justa y solidaria, subrayó.

   Concluyó que el pensamiento del Apóstol está vigente en cada acción de nuestra vida cotidiana, no caduca, ni pierde vigencia y, además, sienta las bases para ser mejores seres humanos. “Por eso, no cejaré en el empeño de que Martí esté siempre presente en mi aula”.