La Habana, 27 jul (ACN) ¡Qué se sepa! Viernes, sábados y domingos, a las cinco de la tarde, en el capitalino Teatro Trianón, el famoso detective Sherlock Holmes y su amigo John Watson investigan el caso del sabueso de los Baskerville, refiere Juventud Rebelde.
La obra, del escritor británico Arthur Conan Doyle, lleva suspenso, intriga, misterio, esencias del policiaco, pero es una comedia de principio a fin, aun cuando la maldición de la familia Baskerville debe ser aclarada de la manera más seria posible, y por ello estuvo incluida en la programación del Festival Aquelarre 2025.
Adaptada por Canny y John Nicholson, inspiró al joven Ledier Alonso, graduado de Teatrología en la Universidad de las Artes y con experiencia en Teatro Las Estaciones, El Portazo y Nave Oficio de Isla.
Antes de El sabueso… arrancó carcajadas con la puesta en escena de Asesinato en la Mansión Haversham, escrita por Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields.
Alonso trabajó con varios elencos, todos jóvenes, integrados por Geyla Neira, Jennifer Lugo y María Karla Fornaris, como Watson; Ernesto Pazos, Yanm Calderín y Jorge Michel Turruella como Sir Henry, como Holmes, Ariel Zamora y Sergio Gutiérrez, además de la señora Beryl Stapleton, Jack Stapleton, el señor y la señora Barrymore, entre otros personajes.
Infinitos aplausos merece el trabajo que durante meses han realizado. Una combinación perfecta desde el guion, la creativa dirección, las excelsas actuaciones, el gusto exquisito e intencionado en la selección musical, un compendio espectacular de efectos sonoros, rápidos y eficientes cambios de vestuario y de escenografía y, por supuesto, la positiva reacción del público, evidencian que la fórmula del éxito siempre puede ser novedosa y que jóvenes como Ledier Alonso se dedican intensamente a ello, opina el diario.
Ledier Alonso expresa que le interesa mucho la comedia y que tiene mucho por hacer aún en ese género.
Siento añoranza por las aventuras de capa y espada, de misterio y terror, y tal vez por eso El sabueso… viene a matarme un poco esa nostalgia, afirma.
Por eso elegí la banda sonora que el público escuchará y por eso aproveché este camino trazado por Conan Doyle, porque me resulta triste que pocos niños conozcan los nombres de los tres mosqueteros, sin embargo, conocen otros superhéroes del milenio, comenta.
«Ciertamente trabajé mucho en este montaje, hago el sonido en vivo con más de 60 pistas de audio, velo por cada detalle y estoy feliz», manifiesta.
Pero, añade que lo más importante es que buscó buenos actores, laboriosos y con un alto nivel de profesionalidad, y los dejó jugar en la escena.
«La obra es de ellos. Carlos Díaz nos dice que nunca en la obra las manos están vacías y eso es un símbolo perfecto», subraya Alonso al citar al conocido dramaturgo cubano.