Joven matrimonio pinero impulsa el Cultivo de la Flor de Jamaica

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ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Foto: cortesía de la fuente
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05 Enero 2025

Nueva Gerona, 5 ene (ACN) La flor de Jamaica es un cultivo prometedor que está echando raíces en la Isla de la Juventud, gracias a la dedicación de Yainelys Rodríguez Suárez y Yoanni García Álvarez, un joven matrimonio decidido a enfrentar desafíos con una voluntad a toda prueba.

   Sin experiencia en labores agrícolas, recibieron en usufructo 6.0 hectáreas en la zona de Playa Bibijagua y tres años después, comenzaron a cultivar la Flor de Jamaica (Hibiscus Sabdariffa), una planta poco conocida por los pobladores locales, pero según la literatura es familia de las Malváceas, originaria de África, y se cultiva y consume en América.

   Yoanni comentó a la Agencia Cubana de Noticias que manos amigas les hicieron llegar, primero unas semillas, luego un par de posturas. 

   El escepticismo nos ganó hasta que las plantas comenzaron a florecer. Indagamos sobre los antecedentes del ejemplar botánico y sus bondades. Nos sorprendió conocer todas las propiedades terapéuticas, cosméticas y culinarias que posee y, a partir de entonces, tomamos muy en serio su cultivo, explicó.

   Aseguró Yainelys que esta planta sorprendente se adapta muy bien a terrenos áridos. Sin embargo, los mayores escollos han estado en la comercialización a pesar de que hemos recurrido a varias entidades locales, realidad que lastra la expansión del cultivo porque hasta no contar con mercados seguros no podemos aumentar la producción, pero primero es necesario que las personas conozcan sus muchos beneficios.

   La flor de Jamaica tiene propiedades cicatrizantes, antipiréticas, antioxidantes, antihipertensivas, antiinflamatorias, tranquilizantes, laxantes y energéticas. Existen dos variedades principales: la sabdariffa, que se usa para infusiones, y la altissima, en la obtención de fibra.

   Científicamente se ha comprobado que la flor de Jamaica tiene propiedades para combatir la diabetes, el colesterol alto, el sobrepeso, y problemas hepáticos y biliares. En Europa, el aceite de sus semillas es utilizado en la elaboración de cosméticos, mientras que en la gastronomía se aprovechan las cálices en mermeladas, platos variados y la conocida agua de Jamaica, una infusión que no deja indiferente a nadie.

   El trabajo es arduo, tanto en la recolección como en el procesamiento, y requiere de manos conocedoras y laboriosas para no dañar los cálices pequeños y llevar a cabo el secado de manera artesanal, como lo hacen Yainelys y Yoanni. 

   Actualmente, ellos mismos realizan las ventas, tanto del producto fresco como deshidratado. En cuanto las personas conocen los beneficios de la Flor de Jamaica y la prueban, se convierten en clientes habituales. Además, el matrimonio ha elaborado vino, champú, acondicionador y kétchup, entre otros productos.

   A pesar de los desafíos, Yainelys y Yoanni continúan tocando puertas y poniendo toda su fe en este cultivo, en una etapa en que la escasez de medicamentos convencionales obliga a retomar la medicina natural. Ellos siguen investigando sobre sus posibles aportes a la salud. Es una apuesta a la que no quieren renunciar.