Santiago de Cuba, 9 sep (ACN) El Instituto Politécnico Pepito Tey de la ciudad de Santiago de Cuba constituye un referente en la enseñanza técnica y profesional de la provincia.
Con una matrícula de mil 555 estudiantes, distribuidos en 17 especialidades, el centro responde a la estrategia nacional de formación de técnicos medios, esenciales para el desarrollo económico y social del país.
La directora de la institución, Odalis Martínez Suárez, explicó que desde sus aulas se consolidan conocimientos prácticos y teóricos con fuerte vínculo laboral; las especialidades abarcan diversas familias de formación, como informática, telecomunicaciones y automática, en el área de tecnologías de la información y las comunicaciones.
También incluyen ramas vinculadas a los servicios, la economía, la industria y los sectores sociales, manifestó.
De acuerdo con Martínez Suárez, en el ámbito de los servicios los educandos se preparan en alojamiento hotelero, elaboración de alimentos, servicio gastronómico y comercio, opciones que resultan especialmente demandadas en un territorio donde el turismo juega un papel decisivo.
Los estudiantes adquieren habilidades para la atención al cliente, la organización de procesos y el trabajo en equipos multidisciplinarios, aseguró.
En el área industrial se forman técnicos en geodesia, cartografía y planificación física, especialidades que apoyan directamente programas vinculados al ordenamiento territorial, la construcción y la infraestructura, y contribuyen a la planificación urbana y al desarrollo sostenible de la provincia.
Las técnicas de economía incluyen gestión de capital humano y contabilidad, explicó, ambos perfiles garantizan la disponibilidad de personal capacitado para asumir funciones administrativas en empresas y organismos, una preparación que refuerza la capacidad del sector empresarial para una gestión eficiente y ordenada.
Acerca de los servicios sociales, la directiva refirió que el Politécnico prepara a jóvenes en Derecho, Bibliotecología, Secretariado, Operador de micro y Gestión documental, perfiles orientados a fortalecer la institucionalidad, la administración pública y la preservación del patrimonio documental.
Subrayó que el proceso docente combina teoría y práctica desde el primer año de estudio, pues los alumnos se vinculan a empresas del territorio y se familiarizan con procesos productivos reales, esa interacción consolida su vocación profesional y fortalece el aprendizaje.
La formación tiene una duración de tres años y medio; los que estudiantes alternan su tiempo entre el aula y la práctica laboral, y realizan una práctica preprofesional de cuatro meses en una entidad productiva o de servicios.
Los conocimientos teóricos y las habilidades prácticas que adquieren los educandos están orientados a su inserción efectiva en el mercado laboral, afirmó la directora.
Destacó que el proceso responde al Tercer Perfeccionamiento Educacional y se articula con organismos de la administración central del Estado, de ese modo se garantiza la pertinencia de cada especialidad.
Aprendemos a organizar habitaciones, recibir clientes, hacer reservas y aplicar normas de ética y protocolo, manifestó Nathalia Ruiz Ferrer, estudiante de la carrera de Alojamiento Hotelero, una adolescente enfocada en su interés por continuar en el área de coctelería y convertirse en bartender profesional.
El Instituto Politécnico Pepito Tey asegura que, al culminar su formación, los alumnos están listos para incorporarse al trabajo; en muchos casos, la práctica preprofesional se convierte en el punto de partida de una relación laboral estable.
Con su labor, la institución no solo responde a las necesidades inmediatas de la provincia, sino que proyecta soluciones a largo plazo.
La formación de técnicos comprometidos y competentes constituye un aporte al desarrollo sostenible de Santiago de Cuba; en el futuro, los politécnicos seguirán siendo un pilar para garantizar una fuerza laboral calificada y con sentido de pertenencia.