Nueva Gerona, 29 dic (ACN) El obelisco erigido junto a la entrada del cementerio civil de esta ciudad rinde homenaje perdurable a Bruno Hernández Blanco, un símbolo de la lucha por la independencia de Cuba en la entonces Isla de Pinos.
Nacido en suelo pinero en 1865 en la comunidad rural de San Pedro, Bruno trabajó la tierra y aprendió el oficio de cobijador, pero su vida cambió radicalmente con el estallido de la guerra de independencia en 1868.
Isla de Pinos se convirtió entonces en un lugar de deportación para quienes se oponían al dominio colonial español, realidad que fomentó las ideas emancipadoras entre los pobladores locales, incluido Bruno.
En julio de 1896, mientras el General Antonio Maceo lideraba la invasión hacia el oeste de Cuba, Bruno y otros pineros planearon una conspiración para liberar su tierra. Su objetivo era tomar el cuartel de caballería en Nueva Gerona y apoderarse de las armas para unirse a las fuerzas libertarias.
Sin embargo, el plan fracasó cuando el grupo de Bruno fue emboscado por las tropas españolas mientras aguardaban la señal de avance. El joven pinero fue mortalmente herido en la intersección de las calles 26 y Boulevard, convirtiéndose de facto en el primer mártir de la localidad.
Su perdurable legado motivó que en 1945, por la colaboración popular, se levantara un obelisco en su honor. Este monumento que recuerda al héroe local también simboliza la lucha y el anhelo de libertad del pueblo pinero. La historia de Bruno es un recordatorio del valor y la determinación de aquellos que lucharon por la independencia de su Patria.