Cuba, destino seguro para las manos del Che

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ACN - Cuba
Lino Luben Pérez
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09 Octubre 2025

La Habana, 9 oct (ACN) El cronista se firma Che es el quinto libro sobre la emblemática figura de Ernesto Guevara de la Serna del periodista, escritor y poeta cubano José Antonio Fulgueiras y en esta ocasión revela detalles acerca del destino de las manos del Guerrillero Heroico, tras ser herido en desigual combate el ocho de octubre de 1968 con tropas del ejército boliviano y asesinado al día siguiente.

  Juan Enrique Coronel Quiroga, en diciembre de 1969,  trasladó sus manos  desde La Paz hasta Moscú y allí vio frustrado su anhelo de entregarlas en Cuba a Fidel Castro, cuando quedó anclado en la ciudad moscovita por una redecilla de injustas tribulaciones, cuenta el autor del texto en uno de los últimos capítulos de su  libro, con título similar, a quien entrevistó en mayo de 2016  en Santa Cruz de la Sierra.

   Dice que su “interés es conocer la historia que él ha guardado en secreto por 40 años y que accede ahora  animado por su simpatía con la Revolución Cubana y el razonamiento octogenario de no llevársela a la tumba”.

   Siempre citando a  Coronel Quiroga, en la segunda quincena de julio de 1969, cuenta que su amigo Jorge Satori Rivera, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Bolivia, recibió un mensaje telefónico de Víctor Zannier  Valenzuela, el que lo citó a las 9 pm en la cafetería Okay, cerca del monumento a Simón Bolívar, en La Paz, y continua su relato:

   A la hora acordada, entró Zannier  con un maletín en la mano izquierda y un sobretodo en el brazo derecho, y sin esperar respuesta afirmó que traía las manos del Che Guevara e incluso aclaró que Antonio Arguedas, ministro del Interior, le había encargado que las desenterrara debajo del escritorio de su casa, pero no sabía cómo trasladarlas a Cuba “en un momento de tanta represión.”

    En 1967, Arguedas mandó a Zannier, con las fotocopias del diario del Che, desde La Paz hasta Santiago de Chile para su envío a La Habana y a su regreso a la capital boliviana salió ileso de varios atentados hasta su muerte en 2000.

   Fulgueiras, oriundo de la provincia de Villa Clara y Premio Nacional de Periodismo José Martí en 2023, menciona al antropólogo forense cubano Héctor Soto Izquierdo, según el cual, las manos del Che habían sido cercenadas el 10 de octubre de 1967 en la morgue del hospital Señor de Malta, en Valle Grande, por un equipo de peritos argentinos con vistas a un estudio dactiloscópico para identificar el cadáver, pero no se sabe aún quién las transportó hacia La Paz,

   Una vez en su apartamento, Coronel Quiroga abrió el bolsón y divisó un frasco de vidrio envuelto en periódicos, y en aquel pomo lleno de formol había dos manos humanas y en otro envoltorio estaba la mascarilla del Che.

   Analizaron las variantes de traslado y el domingo 28 de diciembre de 1969 comenzó un largo periplo aéreo con escalas en Lima, Guayaquil, Bogotá, Caracas, Madrid, Paris, Budapest y Moscú, con el paquete “en mis pierna que no soltaba para nada”, y a ambos los recibieron dos días después en la embajada cubana en la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, donde lo entregó en forma personal.