Siempre pasar balance de trabajo a un año resulta difícil, pues la necesaria síntesis puede llevarnos a olvidos involuntarios, más si nos ocupan 12 meses como los del 2020 cuando hubo una comunión de sucesos nefastos: irrumpió la COVID-19, el bloqueo se intensificó a niveles nunca vistos y fenómenos climáticos también hicieron daño.