Un antes y un después hacia la vida plena de Ernesto

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ACN - Cuba
Eileen Esther Molina Fernández | Fotos: de la autora
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12 Julio 2025

Holguín, 12 de jul (ACN) — El lunes siete de julio marcó un antes y un después en la vida de Ernesto Rafael Paneque Silva, paciente beneficiado con una cirugía de reconstrucción de la microtia, una malformación congénita del oído externo, realizada por primera vez en Holguín.

   Durante dos horas y cuarenta minutos, un grupo de profesionales del Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja protocolizó la intervención, necesaria para infantes y adolescentes que carecen de una oreja o apenas presentan un esbozo de ella, producto de anomalías genéticas y que, hasta ahora, solo se efectuaba en La Habana.

   En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, el paciente de 18 años, residente en el municipio de Cacocum, agradeció al equipo multidisciplinario que realizó el procedimiento, quienes lo ayudaron a superar su temor.

   Expresó sentirse muy feliz por los resultados, el apoyo de su familia y la mejora en su autoestima gracias a la corrección de ese defecto genético.

   Esta operación permite revertir una malformación del oído interno y externo, que se presenta en Cuba en uno de cada 20 mil pacientes, señaló a la ACN el doctor Jorge Márquez Camayd, especialista de segundo grado en Cirugía Plástica y Caumatología.

   Para lograr este objetivo, los cirujanos extraen tejido cartilaginoso de la costilla, lo tallan y lo insertan en la oreja como armadura del pabellón auricular, lo cual constituye un procedimiento complejo que suele requerir varias intervenciones, abundó el experto.

   Por su parte, Rafael y Cecilia, padres del joven, coincidieron en los beneficios psicológicos de la operación quirúrgica para Ernesto y en la preparación de los doctores, quienes los acompañaron en todo momento.

   Los médicos estudiaron mucho hasta desarrollar este protocolo, pero desde el principio nos aseguraron que harían hasta lo imposible por mejorar la calidad de vida del adolescente, señaló Rafael.

   Como familia, consideran una victoria y un orgullo tener la oportunidad de acceder a la operación de forma gratuita, además de los cambios positivos en el estado emocional del joven a solo unos días de la intervención, afirmó Cecilia.

   Luego de una infancia y parte de la adolescencia difíciles por la baja autoestima y los complejos, el joven continuará estudios en la carrera de Psicología, desde donde aspira a ayudar a otras personas.

   Ahora, Ernesto sonríe porque esta cirugía representa solo el primer paso hacia la vida plena y feliz que el sistema de salud cubano ofrece a los pacientes pediátricos con malformaciones congénitas.