Nueva Gerona, 25 sep (ACN) Desde temprana edad, la joven pinera Nathaly Hechevarría Ravelo tuvo claro que su vocación era la medicina y por tanto seguiría los pasos de la madre, reconocida especialista en Ginecología en Isla de la Juventud.
Sin embargo, durante el cuarto año de estudios en la Facultad de Ciencias Médicas de este municipio especial, sus aspiraciones profesionales tomaron un giro inesperado cuando comenzó a adentrarse en el universo de los recién nacidos.
Mi rotación por Neonatología me llevó a replantear mi verdadera vocación dentro de las ciencias clínicas, declaró hoy a la Agencia Cubana de Noticias la recién graduada y actual residente de primer año en esta especialidad.
Con una sonrisa de satisfacción, expresó su profundo amor por los niños, en especial por los recién nacidos. Para ella, hay algo único en ese instante mágico del nacimiento: el primer llanto, los latidos de esos diminutos corazones que auscultamos por primera vez. “Cada vida que llega a nuestras manos es invaluable”, afirmó con ternura.
Enfatizó que, al adentrarse en el mundo de la Neonatología, desaparecieron todas las dudas sobre su futuro profesional. “Actualmente me encuentro aprendiendo de especialistas que, durante décadas, han salvado estas pequeñas pero valiosas vidas en condiciones adversas, enfrentando cada desafío con entrega y sin rendirse”, afirmó.
Reconoció que ejercer esta profesión implica grandes desafíos. “A veces enfrentamos partos complejos, con morbilidades severas y complicaciones en los neonatos que ponen a prueba cada una de nuestras habilidades. Sin embargo, damos lo mejor de nosotros —y más— para rescatar cada pequeña vida de las garras de la muerte”, subrayó.
Refirió que cuando un recién nacido en estado crítico logra recuperarse y salir del hospital en brazos de su madre, para el equipo médico es una victoria que no se puede describir con palabras. “Es como recibir una medalla de oro en el corazón”, añadió visiblemente emocionada.
Destacó que tiene el privilegio de compartir trabajo, vivencias y experiencias junto a profesores de esta especialidad, quienes son verdaderos referentes en el campo.
Cuando termine mi formación como neonatóloga, continuaré con diplomados, maestrías e incluso un doctorado, porque en Medicina la superación constante es fundamental para mantenernos actualizados; así que mi futuro se perfila entre libros y los primeros llantos de vida, concluyó.