Redacción ACN
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04 Febrero 2021

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La Habana, 4 feb (ACN) El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, resaltó el carácter  socialista y latinoamericanista de la Revolución, reafirmado en la Segunda Declaración de La Habana, hace exactamente 59 años.

A través de un mensaje en su cuenta en Twitter, Rodríguez Parrilla expresó además que la diplomacia revolucionaria defiende en todos los escenarios la soberanía y principios del pueblo cubano.

“La Segunda Declaración de La Habana reafirmó el carácter socialista y latinoamericanista de la Revolución Cubana. Fieles a ese ejemplo, la #DiplomaciaRevolucionaria defiende en todos los escenarios, la soberanía y principios de nuestro pueblo. #TenemosMemoria”, tuiteó el canciller.

 

Ante más de un millón de cubanos, el 4 de febrero de 1962 el Comandante en Jefe Fidel Castro leyó el texto de la Declaración, que manifestó además la vocación antimperialista del proceso iniciado en la mayor de las Antillas en 1959.

Desde el triunfo de la Revolución cubana, el gobierno de Estados Unidos impulsó todo tipo de acciones de injerencia en los asuntos internos del país caribeño, entre las cuales destacó el intento de aislamiento diplomático, promovido desde la Organización de Estados Americanos (OEA).

Entre el 22 y el 31 de enero de 1962 tuvo lugar en Uruguay la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, en la cual se expulsó a Cuba de ese organismo regional, y como resultado, a excepción de México, todos los gobiernos latinoamericanos rompieron relaciones diplomáticas con La Habana.

Además, el 3 de febrero de 1962 el presidente de Estados Unidos firmó la orden ejecutiva 3447, formalizando el aún vigente bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba.

En la Segunda Declaración de La Habana, el Comandante en Jefe resaltó el peligro de la dominación estadounidense sobre el resto de los países de América y expresó la decisión de los cubanos de resistir y construir el socialismo, pese a las presiones.

La llamada Asamblea General del pueblo, en la Plaza de la Revolución, aprobó rotundamente el documento.