El Iris Caminante crece en Agua Santa de Isla de la Juventud

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ACN - Cuba
Ana Esther Zulueta | Foto: Autora
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20 Noviembre 2024

Nueva Gerona, 20 nov (ACN) En un rincón de la finca Agua Santa, ubicada a 20 kilómetros de Nueva Gerona, la naturaleza despliega su arte en forma de una planta fascinante: el iris caminante, conocido científicamente como Neomarica

   Esta joya botánica, perteneciente a la familia de las iridáceas, encontró hogar en el patio del matrimonio Raudel Rives y Amneris Rivas, que han convertido su espacio en un refugio para la flora tropical.

   El iris caminante, distinguido por su capacidad de propagarse tanto por rizomas como por renuevos, es un espectáculo visual que invita a los amantes de la jardinería a explorar su singularidad. 

   Según la literatura su nombre proviene de las palabras griegas “neo” que significa nuevo, y “marica” iris, esta etimología no solo resalta su belleza, sino también su adaptabilidad a climas cálidos y húmedos.

    Precisamente a la sombra un pequeño cafetal se desarrolla este tipo de lirio de perfume exquisito y belleza cautivadora y efímera, tiene como singularidad en este paraje su florecimiento en octubre, un paraíso aromático que atrae a polinizadores y admiradores por igual.

   Sin embargo, los textos consultados refieren que la floración generalmente ocurre durante la primavera y el verano.

   Las hojas de esta planta andante son alargadas y estrechas, con longitudes que oscilan de 30 a 60 centímetros, la curiosa forma de sus escapos florales, que imitan a las hojas, es parte del encanto que hace que esta planta sea conocida como "caminante". 

    Al florecer, un nuevo renuevo se forma en la punta del escapo, inclinándose hacia el suelo y permitiendo que la nueva planta eche raíces lejos de su progenitora.

   El matrimonio Rives-Rivas comparte con entusiasmo su experiencia cultivando estas plantas ornamentales, especialmente las especies más comunes como Neomarica northiana, Neomarica longifolia y Neomarica caerulea. 

   “Son ideales para nuestros jardines tropicales”, comenta Amneris Rivas, mientras muestra orgullosa el vibrante espectáculo de colores en su patio. “No solo son hermosas, sino que también son fáciles de cuidar. Solo necesitan un suelo bien drenado y luz solar, en este caso es indirecta”.

   En un mundo donde la biodiversidad enfrenta constantes amenazas, el iris caminante emerge como un recordatorio de la belleza que puede florecer con el cuidado adecuado. La finca Agua Santa no solo es un hogar para esta maravillosa planta, sino también un testimonio del amor y dedicación que Raudel y Amneris han puesto en su patio.