Ciego de Ávila, 1 nov (ACN) Resultados de investigaciones que favorecen la toma de decisiones encaminadas a la reducción de riesgos de desastres fueron expuestos a finales de esta semana durante el Fórum de Innovación para el Desarrollo en el Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (Ciba) de Ciego de Ávila.
Javier González García, subdirector de Investigaciones de esa institución, presentó un estudio que revela la susceptibilidad a inundaciones por intensas lluvias en el municipio de Bolivia, apreciada en un mapa resultante de la modelación (durante una hora) del espacio geográfico que ocupa ese territorio, localizado en el noreste avileño.
La ilustración, obtenida a través de novedosas herramientas de análisis geoespacial, revela el alto índice de peligro de esa localidad ante la probable ocurrencia de precipitaciones de manera prolongada, lo que pudiera estar asociado a eventos hidrometeorológicos extremos, agudizados con el cambio climático.
Ante la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos naturales como huracanes, lluvias intensas y sequías, la gestión proactiva de desastres representa una necesidad, suplida a través de los Estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo (Pvr).
Esas investigaciones proporcionan la base técnica y científica para una toma de decisiones efectivas y orientada a preservar vidas humanas y recursos materiales.
Los Pvr constituyen, además, una valiosa herramienta para la planificación territorial y urbana, la adecuada ejecución de procesos inversionistas, la preparación y respuesta eficaz ante desastres y el desarrollo de normativas que aseguran el resguardo de valiosos recursos.
En el propio evento científico se exhibieron los resultados de "Percepción de riesgo sobre afectaciones por sequía en el municipio de Florencia".
De esa manera se complementa el estudio de Pvr sobre ese desastre natural silencioso en uno de los territorios cubanos más afectados por la escasez de precipitaciones, como consecuencia de las características geomorfológicas de esa área y la prolongación de los periodos secos debido al cambio climático.
Esta investigación social, efectuada a través de métodos como la encuesta y la observación participante, permitió comprender cómo las personas y comunidades interpretan, procesan y reaccionan ante las amenazas, así como la capacidad para adaptarse, mitigar y ser resilientes ante un fenómeno con severos impactos en la sociedad y la economía local.
Mediante el análisis de los datos aportados por esta investigación se corrobora una alineación entre la percepción del riesgo y los estudios técnicos, además de revelar brechas y estereotipos de género que acrecientan desigualdades e impiden el óptimo aprovechamiento de las capacidades de hombres y mujeres para enfrentar un fenómeno de gran envergadura.

Yamilé Jiménez Peña, directora del Ciba, enfatizó que los estudios de percepción de riesgos optimizan los sistemas de alerta temprana, pues posibilitan entender mejor la situación y ayudan a comprender las dudas y canales de comunicación preferidos, lo que resulta esencial para diseñar mensajes más claros y precisos, que generen una respuesta adecuada de la población.
Crean oportunidades para mejorar la comunicación y educación, fomentar la participación comunitaria e identificar barreras psicosociales, a partir de lo cual se pueden diseñar estrategias específicas, con el objetivo de generar seguridad y confianza.
Jiménez Peña destacó que a pesar de limitaciones tecnológicas y las barreras que impone la crisis energética para modelar los escenarios de peligro, el Ciba avanza en la realización de estudios de Pvr, lo que responde a una de las líneas de trabajo fundamentales de ese centro de investigaciones científicas.
En el Fórum de Innovación para el Desarrollo del Ciba, institución adscrita a la Agencia de Medio Ambiente, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), también se presentaron resultados de investigaciones relacionadas con el manejo, la preservación y el uso eficiente de los recursos naturales.
Eso incluyó un novedoso mecanismo para recopilar datos sobre los objetos de conservación en áreas protegidas, y estudios referidos al impacto del desarrollo turístico en ecosistemas dunares.
También se abordó la contaminación ambiental y el aprovechamiento de arribazones de pastos marinos (sargazos) para producir biofertilizantes que se emplean de forma experimental en la reproducción en tubetes de plantas autóctonas de litorales costeros y en cultivos de girasol.
Otras propuestas estuvieron dirigidas al fortalecimiento de la labor en el Centro de Creación de Capacidades del Citma en el municipio de Chambas, la comprensión del nuevo Código del Trabajo mediante un producto comunicativo que difunde los aspectos esenciales de esa normativa, y la solución a problemas que afectan el funcionamiento interno de la organización.
