Veintiséis de Julio, inicio de la estrategia de la victoria

26 de julio

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ACN - Cuba
Jorge Wejebe Cobo | Foto: Archivo
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14 Julio 2025

   En su alegato de autodefensa La Historia me absolverá pronunciado por Fidel Castro en el juicio por los acciones del 26 de julio de 1953, el joven dirigente al explicar las causas de las acciones revolucionarias expresó: "Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, era tanta la afrenta (…)

   Un año antes en 1952, un corrupto gobierno caracterizado por el latrocinio, presidido por Carlos Prío Socarrás, utilizó demagógicamente las consignas de la revolución traicionada de 1933, mientras garantizó  durante su mandato los intereses del imperialismo en el país.

   Este régimen levantó un rechazo  popular que auguraba el triunfo en las cercanas elecciones  del Partido Ortodoxo integrado por las fuerzas progresistas que tenía en sus filas a amplios sectores populares y figuras de la política tradicional opuestos a los desmanes del gobierno.

   En esos sufragios el general Fulgencio Batista, el hombre fuerte y de confianza de EE.UU. , carecía de posibilidades  de alcanzar el éxito, de ahí que organizó un golpe de Estado el 10 de marzo de 1952 con apoyo de las fuerzas armadas, supuestamente para adecentar la administración pública.

   Desde la propia planificación del golpe castrense,  el abogado de 25 años de edad Fidel Castro se enfrentó a ese hecho cuando conoció indicios de la conspiración y se lo informó a la dirección del Partido Ortodoxo, que desestimó su alerta, e inclusive, con posterioridad al  hecho denunció en los tribunales y la prensa el régimen golpista, y a Batista  sin resultado alguno.

   Pero esas experiencias acarrearon la decisión del dirigente revolucionario de concebir una estrategia, cuyo método principal consistía en la lucha armada y la insurrección popular contra la dictadura batistiana.

   Hasta en los  sectores revolucionarios y progresistas  prevalecían dogmas paralizantes  sobre la imposibilidad de  que la revolución no se podía hacer contra el ejército y fue precisamente ese desmoralizador augurio, el que se dispuso desafiar Fidel  el 26 de julio con los ataques a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.

   El  movimiento  insurreccional se construyó desde la base con jóvenes humildes, desligados de los partidos tradicionales y la politiquería imperante, que constituyeron la Juventud del Centenario del nacimiento del Apóstol en 1953 y dentro de sus filas y  bajo estrictas medidas de compartimentación, Fidel estudió y escogió a los 100 jóvenes que  aceptaron participar en acciones armadas.

   Las armas, las municiones y los uniformes del ejército de los atacantes para incrementar la sorpresa los sufragaron y adquirieron los mismos combatientes mediante el aporte de sus modestos sueldos o la venta de bienes personales.

   Antes de partir al combate en la Granjita Siboney, en las afueras de Santiago de Cuba, Fidel sintetizó la esencia del movimiento revolucionario y su decisión de lucha.

   "Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. (…) bajo la orden del dictador de asesinar a 10 revolucionarios por cada soldado muerto en combate, cuota sanguinaria  sobrecumplida  por la soldadesca que ultimó a más de 50 asaltantes.

   El revés no  disminuyó la estrategia revolucionaria y el pueblo reconoció a un indiscutible  guía y se identificaría con su estrategia victoriosa que continuó con la llegada del Granma y sus 82 expedicionarios.

   Así nació el embrión del Ejército Rebelde, para iniciar la etapa definitiva de la lucha armada que llevaría a la victoria del primero de enero de 1959 y que hoy como legado del Comandante en Jefe, inspiran a las nuevas generaciones para continuar la obra comenzada en la alborada del 26 de julio de 1953.