Un veterinario forjador de futuro

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ACN - Cuba
Ana Margarita González | Fotos: Cortesía del entrevistado
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28 Marzo 2025

 Lo conocí en circunstancias difíciles, aunque tradicionales. No eran su arrogancia, su protagonismo o sus éxitos lo que destacaba, sino su rostro imberbe, su mirada de niño, sus manos en forma de jarra a la altura de su cintura y algo como de susto, de quien se enfrenta por vez primera a la auscultación de muchos que lo aventajan.

   Ronney Soto Noguera, bajito y delgado, con ojos intensamente verdes (que cambian hasta azules) y hablar sereno, emergía del grupo, escoltado por los trabajadores y chequeado por el consejo de dirección del Grupo Empresarial Avícola y especialistas del Instituto de Investigaciones afín.

   Exactamente nueve meses antes, el muchacho había asumido la dirección de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Santo Tomás, de Ciego de Ávila, que mostraba el deterioro en los indicadores productivos y económicos, “que estaba comenzando de cero, porque no había ni animales”.

   Durante ese tiempo en el haber de Ronney, el mismo que transcurre para la gestación de un bebé, ya estaban logrando 70 por ciento de puesta de las gallinas que, por su corta edad y alimentación, no expresaban todo su potencial.

   Con la cantidad de huevos que se producían diariamente no se cubrían los gastos para el pago de salario del colectivo, una deficiencia inadmisible que derivó crítica del presidente del grupo, Jorge Luis Parapar, un hombre que habla claro y con certeza, y de otros especialistas. Entre todos hicieron propuestas de la posible solución.

   En poco más de un mes, traspasaron a la granja Santo Tomás 25 mil gallinas adultas de otra unidad, y empezaron a trabajar con ellas: la atención a su salud, al stress y la alimentación jugaron su  papel en la obtención de mayores producciones y mejores indicadores productivos.

    “Santo Tomás” va en ascenso, y aquel rostro recobra lo diáfano y juvenil de sus 29 años.

Forjando al futuro

   Graduado como Médico Veterinario, Ronney Soto nunca pensó ser director de una granja avícola. “Nunca me pasó por la mente. Comencé en la avicultura como adiestrado, luego fui especialista en la comercializadora de la empresa y unos meses después me enviaron a un curso de capacitación.

   “Parece que el jefe vio algo en mí, en el cumplimiento de las tareas, y me nombraron reserva del director, luego llegaron otros cursos, siempre a consulta conmigo, hasta la cuarta edición del Curso Directivos del Futuro, que auspicia el Ministerio de la Agricultura, y otro posterior en China, para la formación de cuadros, donde aprendí muchísimo sobre organización del trabajo y liderazgo, que fue maravilloso.

   “Siempre expresé mi voluntad por seguir estudiando y preparándome”. A los 19 días de su regreso del país asiático, el 20 de mayo del 2024, la entonces directora de la Empresa Avícola de Ciego de Ávila promovió a Ronney de especialista de la UEB a director.

   “He aprendido cosas que ni imaginaba, de dirección, de liderazgo, de poder trabajar con un colectivo y que te sigan, cosas que nunca pensé que podía llegar a hacer; yo que era solo un especialista.

   “Siempre tienes que estar ahí; empujando, haciendo, logrando, trabajando al igual o al lado del obrero. Hace unos meses, gracias a un contrato de cooperación con un productor agropecuario, que nos suministra alimentos de calidad para las aves, incluso piensos importados de excelente calidad, hemos logrado resultados.

   “Santo Tomás” cerró con 77 por ciento de posturas, la tercera o cuarta granja en el nivel de país; contamos con una  masa de 39 mil 520 gallinas, por lo que esperamos pronto nuevos avances, y por supuesto en el pago con respaldo productivo a los trabajadores.”

   Por supuesto, durante el tiempo de adaptación de los animales que llegaron bajaron los índices de eficiencia, sin embargo, “este mes los recuperamos, la mortalidad de las aves se ha detenido y ha aumentado la cantidad de posturas diarias”.

   Nuevos sistemas de pago acogen ahora a todos los miembros del colectivo, pues anteriormente solo alcanzaban hasta los técnicos, y si lo aprendido en este corto tiempo lo acompaña, como los obreros, las gallinas y su tenacidad, esta finca dará un giro y será luz. 

   Ronney respirará un poco desahogado y la mirada retornará al esplendor de su brillo.