La historia de Ale: huella de la política pies secos-pies mojados

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Roberto Jesús Hernández Hernández
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18 Enero 2017

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Matanzas, 17 ene (ACN) El fin de la política de pies secos-pies mojados trae algo de paz a la familia de Mariana A. González, la tía de Alexander, un joven cubano que murió en alta mar mientras intentaba llegar de forma ilegal a los Estados Unidos en una frágil embarcación, hace ya 13 años.
Era el único hijo varón de mi hermana, estaba casado, tenía hijos y le encantaba el mar como a todo pescador; se fue con otros 10 compañeros en un bote improvisado que salió de la bahía de esta ciudad, y solo uno de aquellos hombres jóvenes y saludables sobrevivió, declaró Mariana a la ACN.
La familia supo luego todo lo sucedido en aquel diciembre del año 2003, cuando el mar estaba muy revuelto por el mal tiempo, y como nunca se halló el cuerpo de mi sobrino no tuvimos ni siquiera dónde ponerle flores, eso nos afecta todavía, recordó González.
Hubo miles de Ale que murieron por el sol, la sed, el agotamiento o perecieron ahogados, por eso creo que la mayoría de los cubanos sufrió en alguna medida la incidencia de la cruel política estadounidense hacia Cuba en materia migratoria, enfatizó la tía.
No hay nada de malo en viajar a otro país, es algo natural, yo misma soy hija de un emigrado, y la gente se desplaza de su tierra natal por muchas razones entre ellas la aspiración de prosperar económicamente, pero Cuba no es un país del que uno necesite escapar, significó González.
¿Quién sabe cuántos cubanos murieron por causa de la política de pies secos-pies mojados? Al menos nos queda el consuelo de saber que otras familias ya no sufrirán lo mismo, ese luto por la pérdida de un hijo, una madre, un hermano, un sobrino…
Los cubanos ahora pueden comprender mejor lo que experimentan todos los demás inmigrantes del mundo que llegan a la nación norteamericana, pues ya no habrá para ellos un trato diferenciado al entrar de manera irregular a los Estados Unidos, apuntó.
Cuba y los Estados Unidos firmaron una Declaración Conjunta el 12 de enero último, que derogó la política de pies secos-pies mojados y el Programa de Parole para profesionales médicos cubanos, importante paso en las relaciones bilaterales para propiciar una migración segura, legal y ordenada.