A 62 años de fundado en la clandestinidad llegará el periódico provincial Sierra Maestra, de Santiago de Cuba, este siete de septiembre, y justo la mitad de ese tiempo tiene Olga Thaureaux Puertas (Olguita) en el colectivo, llevando las riendas de su dirección a partir del 2011.
Desde que fue ubicada para cumplir su etapa de adiestramiento en 1988 nada le ha sido ajeno, primero como periodista en la atención de los diferentes sectores y luego en las jefaturas de redacción, de información, y más tarde subdirectora hasta ocupar el cargo actual.
Para ella el “Sierra Maestra” ha sido y es una escuela vital en su enriquecimiento profesional y humano.
En lo primero le permitió poner en práctica lo aprendido en las aulas de la Universidad de Oriente, mientras que en el otro aspecto de mucho le ha servido guiar a los jóvenes periodistas y saber combinar las ideas nuevas que traen con la experiencia de los que peinan canas.
Hoy su Consejo de Dirección está formado por mujeres, al igual que buena parte de los periodistas de los que se ha nutrido el semanario, ahora en su mayoría joven.
Como es de suponer, la maternidad, enfermedades de los hijos y problemas familiares han estado presentes en ella, pero su ausencia no se hace sentir por la disposición de quienes quedan en las labores reporteriles, de corrección o en tareas de dirección.
Confiesa Olguita la satisfacción de dirigir un colectivo muy unido, donde el problema de uno es de todos, ya que la disciplina, la solidaridad y la ética son cimientos en el “Sierra Maestra”, como lo fueron durante las luchas en la clandestinidad en aquellos encargados de redactarlo, imprimirlo y distribuirlo, al riesgo de su propia vida.
De los obstáculos vencidos manifiesta que han sido muchos, por la responsabilidad que tiene en todo lo que se publica, la incomprensión de algunos en dar la información necesaria y oportuna, puertas que se cierran para obtener datos imprescindibles y otras situaciones a las que ha hecho frente porque poseen un compromiso con el pueblo.
También ha vivido momentos felices como la salida del periódico en Internet en 1998, sin la tecnología necesaria pero con el empeño de muchos, la incursión y posicionamiento en el periodismo multimedial, los tantos reconocimientos recibidos como la Réplica del Machete del Generalísimo Máximo Gómez, los premios merecidos por sus periodistas, en fin, muchos, muchos más.
Otro que le causa gran satisfacción es poder reunir, cada año, a los fundadores en la clandestinidad -hoy con posibilidades de participar casi 15- con los jóvenes periodistas, para que estos se nutran de sus vivencias y de su ejemplo para cuando físicamente los primeros no estén.
El alto compromiso que entraña dirigir el “Sierra Maestra” no le ha impedido llevar de la mano desde su llegada al mundo a su hijo Jorgito, hoy con 19 años y quien acaba de ingresar en la carrera de Ingeniería Mecánica, siguiendo los pasos de su padre.
Quienes fueron compañeros de aula como Dania Sánchez Parra ven a Olguita como la compañera humana, solidaria, dedicada, amiga, sencilla y, sobre todo, disciplinada.
En tanto Aída Quintero Dip, durante muchos años jefa de redacción y hoy jubilada, reconoce en ella la virtud de saber vincular la exigencia con el afecto a sus subordinados, lo cual le ha permitido obtener buenos resultados.
Olguita llegó este mes a 31 años en el "Sierra Maestra", pero sigue siendo la muchacha dulce, sonriente y seria del primer día, con una demostrada capacidad para dirigir, por eso tiene la admiración y respeto de sus colegas.