Por Elizabeth Reyes Tases|Fotos: Cortesía del entrevistado
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02 Septiembre 2019

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   Recién concluyó una exitosa primera etapa de cosecha de maíz, con rendimientos de 6,6 toneladas por hectárea (t/h), y ahora vigila de cerca la aplicación de la técnica de empalado en la siembra de habichuela y el avance de otros renglones, pues nada que implique progreso y mayores dividendos en la obtención de alimentos para el pueblo resulta ajeno al agricultor cubano Luis Alberto López Chávez.

   Asociado a la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) VIII Congreso Campesino, de la comunidad de El Coco, en el municipio de Yara, se destaca como el mayor productor de semillas de granos en la oriental provincia de Granma.

   Bajo las altas temperaturas de este verano lidera a sus 15  trabajadores en la preparación de tierras para la campaña de frijol, donde sus resultados han llegado a las tres t/h, una buena cota que, no obstante, es posible sobrepasar, afirma.

0902-agricultor-cubano2.jpg  En las mismas 24 horas que tiene el día fomenta el cultivo de viandas de ciclo corto y hace florecer, además, una caballería de calabaza INIVIT C-2000, de gran potencial de rendimiento.

   Dedicación, esmero y sobre todo voluntad –asegura- son indispensables para mantener ese ritmo de trabajo y acumular logros superiores cada vez, pues como bien dice el precepto martiano: “Si el hombre sirve, la tierra sirve”.

   Activo hasta en las redes sociales, la tecnología, el conocimiento y lo moderno son para Luis como las raíces para una planta, y por eso no asombra escucharlo afirmar que en su arduo quehacer resulta fundamental la diversificación de los cultivos, para también evitar el
deterioro de los suelos.

   Nosotros tenemos hoy un buen resultado, pero hay que aplicar ciencia y técnica, porque de lo contrario es imposible incrementar rendimientos -insiste- y entonces podría parecer hasta una paradoja que este hombre declare no tener estudios de escuela, razón por la cual la gente lo llama un “ingeniero práctico”.

   Pero lo cierto es que sí estudia, y mucho, uniendo trabajo, auto-superación y elevadas dosis de entrega, en un camino donde constituyen brújulas no solo aquello que le dice la tierra, sino también el intercambio de saberes con jóvenes universitarios.

   En ese trueque de conocimientos su finca ha sido escenario de prácticas pre-profesionales y trabajos de diploma de alumnos de Agronomía y otras especialidades asociadas al estudio de las ciencias agrícolas en la Universidad del territorio.

0902-agricultor-cubano3.jpg   Como productor extensionista también contribuye a generalizar sus experiencias en diferentes áreas de la CCS VIII Congreso Campesino, con el apoyo de su familia, la comunidad y la propia base productiva.

   En ese radio de acción, los frutos del trabajo y la dedicación de López Chávez benefician a un hogar materno, un círculo infantil, una casa de abuelos, y muy especialmente a un niño con problemas oncológicos.

   Descendiente de familia campesina, Luis confiesa que su gran amor por la tierra viene de cuna, y desde que comenzó a trabajarla a los 17 años, tras el fallecimiento de su padre, siempre le llamó la atención la producción de semillas.