El próximo 4 de diciembre se cumplirán 55 años del epílogo de uno de los campeonatos mundiales de béisbol aficionado más recordados por los seguidores del pasatiempo nacional, escenificado en las ciudades colombianas de Barranquilla y Cartagena, que vio erigirse a José Antonio Huelga Ordaz (1948-1974) como el Héroe de Cartagena, al batir con solo 48 horas de diferencia, a la novena de Estados Unidos.
Cubanos y norteamericanos finalizaron empatados en la punta del torneo con 10 victorias y un fracaso. Los norteños cayeron ante Puerto Rico en un cerrado partido (2 a 3), pero días más tarde igualaron en la cima, al superar a los nuestros (3 a 1), gracias a una colosal actuación del derecho Burt Hooton, quien se anotó un juego de cero hits con carreras.
Hooton, un derecho que en 15 temporadas en Grandes Ligas sumó 151 triunfos y 136 descalabros, reconoció posteriormente en entrevista a un semanario del país sede de la cita que, el batazo de Wilfredo Sánchez sobre el cual le cargaron error al torpedero Gregori Gromek, debió registrarse como un sencillo.
Así las cosas, hubo necesidad de efectuar un play off al mejor de tres juegos para decidir el título. José Antonio Huelga y Burt Hooton resultaron las designaciones de sus respectivos mentores para el desafío inicial, el 2 de diciembre en el estadio 11 de Noviembre, de Cartagena.
Los cubanos rompieron el celofán en el capítulo de apertura en las veloces piernas del gamo de Jovellanos, Wilfredo Sánchez, al combinarse un par de pifias de Gromek y Roger Schmuck y sacrificio de toque de Rigoberto Rosique, pero en el cierre del cuarto el tercer bate John Grubb igualó el marcador, al botarle la pelota al inolvidable serpentinero espirituano.
A partir de ese momento, Huelga y Hooton llenaron la pizarra de ceros hasta que en el onceno episodio Cuba fabricó las dos anotaciones que le permitieron salir airosa (3 a 1)
Con un out, el receptor villaclareño Lázaro Pérez disparó cañonazo al jardín central y Vicente Díaz corrió por él en primera; Ramón Hechavarría de emergente por Tony González, recibió base por bolas, entonces Servio Tulio Borges Suárez, tal como hizo en República Dominicana-1969 con Gaspar Curro Pérez, dejó batear a Huelga, quien rompió el empate con sencillo al bosque izquierdo, la puntilla la clavó Wilfredo con imparable a la pradera central.
Del resto se encargó Huelga, quien en la mitad final del onceno, colgó el cero que selló el importante triunfo de la selección nacional.
Dos días después, el 4 de diciembre de 1970, dos estelares zurdos: Santiago Changa Mederos y Richard Troedson se encargaron de iniciar el choque que resultó decisivo.
El norteamericano, solo sacó un out y tuvo que irse temprano camino hacia las duchas, al soportar cuatro anotaciones en el mismo primer inning.
Tampoco Changa duró mucho tiempo en la lomita, pues saltó del box en el tercero, luego de permitir dos carreras; su relevo, el reglano Manuel Hurtado caminó hasta el quinto, cuando los estadounidenses se acercaron, 4 a 3 y congestionaron las almohadillas.
Servio, sin pensarlo dos veces llamó a Huelga, quien se encargó de sacar el out que impidió el empate de los estadounidenses. En el final de esa entrada, la selección del país caribeño rubricó su quinta y última carrera por indiscutibles consecutivos de Fermín Laffita, Felipe Sarduy y Lázaro Pérez frente a los envíos del relevista Michael Caldwell.
Entretanto, José Antonio en cuatro capítulos y un tercio limitó el gasto ofensivo de la tanda rival a un solitario incogible en 14 turnos oficiales al bate, para con su segundo triunfo (5 a 3) ante los norteños, darle a Cuba su décimo título mundial.
En total, en las 15 entradas y un tercio en que trabajó el nativo del central Melanio Hernández, de Tuinicú, en aquel play off, se enfrentó a 53 bateadores, toleró 6 indiscutibles, permitió una carrera limpia, ponchó a 17 jugadores estadounidenses y solo otorgó 3 bases por bolas.
Con esa extraordinaria actuación, le valió el título de Héroe de Cartagena, como lo calificó el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en el recibimiento que le hicieron al equipo en la CTC, en el cual se celebraba la Plenaria Nacional de los trabajadores de la Industria Básica.
La relevante labor en esa cita planetaria, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ciudad Panamá, el campeonato nacional y la serie de los 10 Millones, avalaron al joven serpentinero de 22 años para ser seleccionado como el Mejor Deportista de 1970 en Cuba y uno de los diez de Latinoamérica.
