Eduardo Chibás, un apasionado por la justicia social

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ACN - Cuba
María de las Nieves Galá
48
14 Agosto 2025

   Cuando el 16 de agosto de 1951, Eduardo Chibás y Ribas fallecía en La Habana, como consecuencia del disparo que se había dado 11 días antes, los cubanos perdían a un paladín contra la corrupción, y un apasionado por la justicia social.

   Fue el 5 de agosto, que el fundador del Partido Ortodoxo tomó la decisión, ante los micrófonos de la emisora radial CMQ, de dispararse en el abdomen, luego de haber denunciado los desmanes del gobierno del presidente Carlos Prío. Su lema Vergüenza contra dinero, distinguiría su actuar y ética contra los males que aquejaban la república neocolonial.

   En 1950, Chibás había acusado públicamente al ministro de Educación, Aureliano Sánchez Arango, del robo de grandes sumas de dinero del presupuesto nacional. Al no poder obtener pruebas de su denuncia, acudió al suicidio, como forma de limpiar su honor.  Allí daría su último Aldabonazo, tal como dijo en sus últimas palabras.

   Su entierro constituyó una de las mayores manifestaciones de duelo popular. Hombres y mujeres salieron a las calles a dar prueba del respaldo a los ideales y valores que Chibás ponderaba.  

   Había nacido en Santiago de Cuba el 26 de agosto de 1907.  Su sentido de justicia resaltó durante sus estudios de Derecho en la Universidad de La Habana, donde se destacó y llegó a convertirse en miembro del Directorio Estudiantil Universitario.

   Con solo 18 años, participó en la manifestación del 17 de diciembre de 1925 que exigió la libertad de Julio Antonio Mella. Debido a sus actividades revolucionarias contra la prórroga de poderes impuesta por Machado fue expulsado de la Casa de Altos Estudios citadina. Posteriormente, luego de la caída del dictador, tuvo gran influencia en la Comisión Ejecutiva y el Gobierno de los 100 días.

   Fue delegado a la Constituyente y Representante a la Cámara en 1940, con una visión anticipada, condena al gobierno de Fulgencio Batista y lo califica de “una catástrofe nacional de gigantescas proporciones”.

   Formó parte del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) y fue defensor del gobierno de Ramón Grau San Martín (1944-1948). Decepcionado por la inmoralidad del régimen, bajo la consigna “Vergüenza contra Dinero”, fundó en 1947 el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo).

   A lo largo de la década del 40 del pasado siglo, sus dotes de comunicador y líder de opinión pública lo distinguieron y le hicieron ganar el respeto y admiración de sus coterráneos. La profundidad de sus artículos, publicados también en la revista Bohemia y otros medios, quedarían como testigos de su incorruptible actitud. Para él, la honestidad y vergüenza debían ser cualidades intrínsecas en cada ser humano.  

   Muchos hombres y mujeres dignos serían seguidores del Partido Ortodoxo, entre ellos el joven abogado Fidel Castro Ruz. Así, el pensamiento de Chibás marcaría a la Generación del Centenario que, desde los primeros momentos, se manifestó contra el golpe de Estado del tirano Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952.

   No fue casual que el 16 de enero de 1959, a pocos días del triunfo de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, junto a otros revolucionarios, acudiera al Cementerio de Colón, a rendir tributo al insigne patriota.

   En su discurso, Fidel diría: “Fácil es comprender nuestra emoción en esta tarde. Aquí junto a esta tumba, que está llena de recuerdos para todos nosotros y que hoy no simboliza solo a aquel gran paladín que cayera cuando más lo necesitábamos, sino también a aquellos que cayeron en la lucha y que tanto los necesitamos hoy: Eduardo Chibás, Pelayo Cuervo Navarro y Juan Manuel Márquez. Ningún homenaje, pues, más sincero, más ferviente y más espontáneo”.