Trinidad, Sancti Spíritus, 27 sep (ACN) Cuando el cliente entra al Meliá Trinidad Península, hotel cinco estrellas ubicado en esta localidad y que sigue atrapando al visitante de Cuba y otras latitudes gracias a sus altísimos estándares de calidad, la sonrisa tierna y sincera y el verbo conspirador de Lía María Arbolay Santiago matizan el recibimiento, aclaran dudas e invitan a la más feliz de las estancias.
Es el rostro y el alma de una joven de 25 años, jefa de recepción de la instalación turística y que abraza la filosofía de la comunicación permanente y el trabajo en equipo como pilares del quehacer en el sitio localizado en el centro sur de la Isla y en uno de sus entornos más atractivos.
Si te pones a pensar en la complejidad del trabajo no logras nada, subrayó a la Agencia Cubana de Noticias, sin embargo, tener a tu cargo un colectivo que está siempre frente a frente al cliente, conocedor de cuánto significa su desempeño para el prestigio de este Meliá, es un reto que me atrapa.
Y el secreto para quedar satisfechos en cada jornada está en la confianza, en las motivaciones y en la participación de todos para un servicio exquisito, agregó Lía María quien llegó a la instalación cuando aún sus puertas no estaban abiertas al cliente.
Apuntó que ese tiempo le dio la posibilidad de conocer detalles de cada escenario donde su desempeño tendría implicación como trabajadora de la recepción, lugar al que arribó con los estudios de la escuela Formatur y una breve experiencia en el Iberostar Grand Trinidad, otro de los hoteles más reconocidos del polo trinitario.
Desde pequeña soy una apasionada de la comunicación y de los idiomas, refirió, y ambas cosas son hoy aliadas vitales para asumir la responsabilidad que me han confiado, unido a la superación permanente, incluida la Licenciatura en Turismo que curso en estos momentos.
Las tres recepciones, con sus más de 20 trabajadores, la mayoría de ellos muy jóvenes, son la carta de presentación del hotel y prima en el colectivo la confianza y el espíritu de ayudar a toda hora, sobre todo, cuando alguien comete algún error; porque trabajamos en una dirección común: satisfacer al cliente, y lograrlo vale cualquier sacrificio, puntualizó.
Significó Lía María que cada quien en el equipo tiene su responsabilidad, su función, pero cuando alguien necesita apoyo, la disposición es total y de esa manera los contratiempos tienen solución.
Amanezco en el hotel y me voy cuando ya ha cesado el trabajo en mi área, si un grupo de clientes arriba a media noche, de madrugada, ahí estoy yo con algún compañero más, nos complementamos, somos exigentes, y, a la vez, solidarios, humanos, algo que aprendemos también de nuestra dirección, muy experimentada y con mucha confianza en los jóvenes, dijo.
Insistió la jefa de recepción del Meliá Trinidad Península que el éxito lleva sacrificio, empeño personal y colectivo y mucha disposición, algo común en la instalación y que constituye, además, inspiración.
Aquí verás en todo momento al personal más experimentado sugiriendo, dando consejos, enseñando, sobre todo, con la virtud del ejemplo, y eso crea un ambiente muy favorable, manifestó.
En lo personal, tengo una familia divina, sostén imprescindible, siempre atenta a mis problemas, a mi trabajo, aclaró, hay semanas en que nos vemos poco, pero la comunicación, por cualquier vía, te energiza y sumas reservas para hacer mejor las cosas.
Si algo ha aprendido Lía María Arbolay Santiago es el valor de la planificación; mientras, cuando se le pregunta por los retos, la joven precisó el compromiso que entraña ser el rostro de una instalación que aspira a convertirse en el primer hotel inteligente de la nación.
Por ello, enfatizó, la superación profesional es prioridad, en lo personal y en lo colectivo, para lograr que tu equipo sea una familia unida, inspirada y empeñada en hacer que el visitante, desde su arribo, sienta el placer de un ambiente donde encontrará opciones para su mejor estancia y hasta para su retorno.