La Habana, 2 dic (ACN) Tras una jornada de traslado y descanso, la 64 Serie Nacional de Béisbol reanuda hoy su calendario con nuevas subseries que pueden redefinir la batalla febril por los primeros puestos y por un cupo a la postemporada.
La lucha en la cima arde con la intensidad de un duelo caballeresco. Ser primero o segundo vale oro: permite un cruce más benigno en cuartos de final y, sobre todo, asegura pasaje directo a la próxima Liga Élite.
Pero mientras arriba los gigantes se disputan el trono a dentelladas, en la franja media de la tabla otros equipos pelean cada capítulo como si fuera el último, conscientes de que apenas hay espacio para sobrevivir.
En Las Tunas, los líderes Leñadores recibirán a unos Gallos espirituanos que llegan con tres victorias consecutivas y un séptimo lugar que huele a ambición, mientras en Matanzas, los Cocodrilos —segundos por promedio de ganados— desafiarán a unas Avispas santiagueras acorraladas por el reloj y decididas a recuperar su sitio entre los elegidos.
Por su parte, en el Calixto García, Cachorros de Holguín e Industriales protagonizarán otra de las series que podrían inclinar el orden del universo beisbolero. Dos fieras en plena pugna, compartiendo la tercera plaza y acechando la cima a solo un juego.
Los sorprendentes Elefantes de Cienfuegos (quintos) visitarán a unos Alazanes de Granma que aún sueñan con cruzar la línea roja de la clasificación. Más al occidente, los Huracanes de Mayabeque —sextos— reciben a los Indios de Guantánamo, duelo propicio para afincarse en territorio de privilegio.
Cazadores de Artemisa, octavo y último de los que hoy respiran aire de postemporada, chocará en Camagüey con unos Toros prácticamente sin opciones, en Pinar del Río, los Vegueros seguirán aferrados a la esperanza frente a los Tigres de Ciego de Ávila, mientras Villa Clara buscará luz en casa ante los Piratas de La Isla.
Cuando restan oficialmente tres subseries —más una gran cantidad de juegos pendientes por lluvia—, la tabla es una fragua incandescente. La cima ha sido un estandarte en rotación perpetua: Las Tunas, Matanzas y Holguín se lo han disputado como guerreros que jamás permiten que la bandera toque el suelo. Holguín, que reinó durante días, sufre ahora la caída al cuarto puesto tras un brote de enfermedades que dejó mermado su corazón ofensivo.
Las estadísticas de la contienda alimentan la épica. El bateo colectivo marca un generoso .287, con Camagüey (.326) como rey inesperado del contacto, seguido de Holguín (.316) y Las Tunas (.315). Santiago, en cambio, vive en modo tormenta tropical y suma 88 jonrones en un calendario de 75 juegos, cifra jamás vista.
El pitcheo, vapuleado con frecuencia, suma 5.02 carreras limpias por nueve entradas, pero Mayabeque (3.74) e Industriales (3.93) resisten como fortalezas en medio del vendaval. Los Azules, además, ponchan a 7.45 rivales por cada nueve innings y reducen a sus oponentes a un pobre .253.
Los lanzadores tuneros son dueños del mejor control (3.36 boletos por juego), mientras Matanzas gobierna la defensa con mano firme: .980 de average y solo 44 errores en 60 partidos.
En lo individual, Yordanys Alarcón (.417) guía a los Leñadores con un madero que parece brújula; Yasiel González (16 jonrones) y Lázaro Cedeño (64 impulsadas) mantienen a Holguín en la conversación; y desde el montículo descuellan César García (1.52 PCL), Silvio Iturralde (nueve victorias), Yosney García (nueve salvamentos) y el rey del ponche, Leodán Reyes (70).
La Serie vuelve hoy a encenderse y cada juego, cada swing, cada lanzamiento, puede escribir el destino de una temporada que ya late como una final anticipada.
