Cuba encara el reto mundialista en el béisbol juvenil

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ACN - Cuba
Boris Luis Cabrera | Foto de Pavel Otero
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27 Agosto 2025

La Habana, 27 ago (ACN) A solo días de partir rumbo a Okinawa, Japón, el equipo Cuba Sub-18 de béisbol alista hoy sus últimas piezas para el Mundial de la categoría, certamen que arrancará el próximo 5 de septiembre con la presencia de 12 selecciones.

   Bajo la dirección de Abeyci Pantoja, hombre que ya sabe lo que es coronarse en la Serie Nacional con los Leñadores de Las Tunas, la escuadra juvenil llega tras una preparación extensa, que incluyó topes ante equipos de primera línea del campeonato doméstico. 

   Hubo triunfos convincentes y derrotas ajustadas, pero sobre todo la sensación de que estos muchachos han probado el rigor necesario antes de medirse en el exigente escenario internacional.

   El historial de la Copa Mundial Sub-18 de la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC por sus siglas en inglés) recuerda que Cuba es el país más laureado con 11 coronas, aunque no levanta el trofeo desde 2004.

   Estados Unidos, su gran rival histórico, acumula 10 títulos, seguido por Corea con cinco y Taipéi de China con tres. Japón, que defenderá su corona en casa, conquistó su primer título apenas en 2023, pero llega como favorito indiscutible gracias a la solidez de su béisbol escolar y la condición de número uno del ranking mundial.
   El reto inmediato para los cubanos es sobrevivir a un grupo de hierro. Japón es potencia creciente y anfitrión, lo que le suma presión y ventaja a la vez, mientras Corea, un clásico del béisbol asiático, ya sabe lo que es tumbar gigantes con su disciplina y juego agresivo.
  Por su parte Puerto Rico, verdugo de Cuba en el clasificatorio continental, ha venido creciendo en esta categoría con peloteros que se forman entre la isla y el sistema estadounidense. 
   Otros miembros del grupo, como Italia, llega como campeón de Europa Sub-18, un título que confirma el progreso del béisbol en el Viejo Continente y Sudáfrica, en cambio, aparece como la cenicienta del grupo, pero no hay espacio para relajarse: un tropiezo contra ellos puede costar la clasificación.
   El sistema de competencia exige máxima concentración: los tres primeros de cada grupo avanzan a la Superronda, donde se cruzarán con los mejores de la otra llave, que incluye a colosos como Estados Unidos, Chinese Taipei y Panamá. Cada partido en la fase inicial, entonces, vale doble.
   Mañana jueves, en el Latinoamericano, los juveniles medirán fuerzas con Industriales como parte del pulimento final. Y el viernes, también en ese histórico recinto, recibirán la bandera nacional antes de emprender el viaje hacia tierras asiáticas, donde deberán demostrar en el terreno lo que en Cuba se ha preparado con esmero.
   El béisbol es pasión en la isla, pero la historia reciente aconseja mesura. No basta con la tradición ni con el talento emergente: hay que traducirlo en victorias concretas, jugada a jugada. 
   La afición apoyará, como siempre, con la ilusión moderada de quien sabe que las palabras se las lleva el viento, y que el diamante es, en definitiva, el juez más implacable.