Cienfuegos, 11 feb (ACN) Un amplio espacio para la creación y la formación vocacional de los futuros profesionales de las artes plásticas figuran entre los primeros resultados del Taller de los Artistas, un sueño hecho realidad en la calle La Mar, frente a la bahía de Jagua y cerca del Muelle Real de la ciudad de Cienfuegos.
Inaugurado en octubre último, en ese entorno confluyen 18 creadores locales, quienes tienen a su disposición galerías para desarrollar las obras y, a su vez, interactuar con el público nacional y foráneo que desee observar en vivo cómo transcurre ese proceso.
Raúl Cué, profesor de la Escuela de Arte Benny Moré desde hace 21 años, cuenta con una de las áreas de la institución, donde da rienda suelta a la imaginación para conformar sus piezas y también contribuye a la instrucción profesional de sus alumnos.
En diálogo con la Agencia Cubana de Noticias, Cué destacó la agradable experiencia de disponer de un sitio con esas características, donde puede ver sus cuadros montados en los muros a modo de galería personal.
Mi labor, afirmó, se basa en la abstracción a partir de recorridos por la ciudad, mediante los cuales busco los elementos que integran la obra pictórica y agregó que cada una representa un punto real dentro de la urbe, la búsqueda de lo social y el redescubrimiento de lo que el espectador conoce.
Aquí también imparto clases de experimentación pictórica a un estudiante de la escuela de arte local, alegó.
Para Leonard Santana Rumbault, pupilo de Cué, los datos recibidos le han ayudado a conocer más acerca del color y las distintas maneras de expresarse en el arte.
El joven de 18 años dijo que pretende hacer su tesis sobre la abstracción y gracias a su profesor ya lleva muchos conocimientos avanzados, los cuales espera poder aplicar para culminar los estudios.
Edgar González Era resulta otro de los vinculados la zona creativa y se encarga de la preparación de los adolescentes que aspiran a ingresar a la academia Benny Moré.
Desde hace dos décadas disfruto verlos crecer, convertirse en colegas y compartir con ellos en exposiciones, por lo que es una fortaleza contar con este tipo de espacios que ayudan a los niños con aptitudes a alcanzar una plaza en la escuela vocacional de arte de la provincia, apuntó.
Ángel Orestes Fernández Quintana, más conocido como Ández, antes laboraba en un local muy reducido de su casa, pero desde la apertura del taller tiene más comodidad para trabajar sus cartulinas, generar y producir piezas de mayor escala.
Resaltó que es un privilegio contar con un área con las condiciones para crear, por ejemplo, la mesa, el caballete y agua para limpiar los pinceles, además del vínculo con el resto de los colegas en aras de socializar e intercambiar criterios.
Vladimir Rodríguez Sánchez, principal impulsor de la iniciativa, expresó que más allá de realizar y mostrar las obras, la aspiración es funcionar como un sitio polivalente que apoye a la cultura desde las artes visuales, además de consolidar la relación con otras manifestaciones como la música, el teatro y la literatura.
Lugo de casi una década, por fin vio la luz el añorado Taller de los Artistas de Cienfuegos y, aunque aún restan detalles por ajustar ─como un espacio para la escultura─, los centrosureños no se detienen porque también pretenden que la instalación funcione para la investigación de determinados sucesos artísticos y su impacto en la sociedad, a través de nexos con la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez.