Trinidad, Sancti Spíritus, 3 oct (ACN) Con el fin de devolverle su funcionalidad como mirador excepcional, diversas acciones de restauración se ejecutan hoy en la torre Manaca Iznaga, uno de los elementos distintivos del Valle de los Ingenios, paisaje natural que junto al centro histórico de esta localidad integran la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El proyecto, una inversión de la Dirección Municipal de Cultura del territorio valorada en alrededor de un millón de pesos y que materializa la micro, pequeña y mediana empresa (mipyme) Construcciones ICE, tiene como propósito frenar el deterioro de las estructuras de madera de la edificación, muy laceradas por las inclemencias meteorológicas.
Gilberto Hernández, carpintero de la entidad ejecutora, puntualizó a la Agencia Cubana de Noticias que entre las labores sobresale el cambio de las columnas o vigas usadas como estructuras de piso, de los pasamanos de las escaleras y de los peldaños de madera de éstas, todos en muy mal estado e imposibles de reutilizar por su poca seguridad.
Para el reemplazo de las piezas deterioradas estamos empleando maderas preciosas y más duraderas, las cuales procesamos en la propia carpintería de la mipyme, subrayó.
Juan Ramón Buitón, inversionista de la Dirección Municipal de Cultura de Trinidad, precisó que, desde el inicio, lo más complicado ha sido el traslado de los elementos nuevos desde la base hacia los niveles superiores de la torre, labor que se hace a mano y que, dada su complejidad, limita el avance de las labores.
Detalló que desde el primer piso hasta la cima de la edificación el espacio es muy reducido y pueden trabajar, como máximo, tres o cuatro personas.
Acarreamos desde la carpintería en la ciudad museo del Caribe hasta esta joya de Manaca Iznaga todos los elementos de madera ya elaborados, los agrupamos en la base y, poco a poco, vamos subiendo lo que necesitamos, aseveró.
En estos momentos el pequeño equipo restaurador labora en el sexto nivel de la torre y van descendiendo en la medida en que concluyan los trabajos en cada piso.
Fernando Díaz Ares, al frente de la propia entidad, argumentó que, concluido todo el proceso de sustitución de los elementos, el propio organismo inversionista asumirá la pintura de los mismos, para dar paso de inmediato a la reapertura del gran mirador, cerrado al público hace unos cuatro meses.
La torre campanario de Manaca Iznaga, influenciada por el eclecticismo en su arquitectura, fue construida entre los años 1815 y 1830, posee una altura de 45 metros distribuidos en siete pisos y, al decir de Carlos Joaquín Zerquera, uno de los historiadores más afamados de la otrora tercera villa, su origen se le atribuye a fines fundamentalmente utilitarios.
Según plasmó en sus documentos, por largo tiempo fue la más bella y alta del interior de la Isla y desde donde mejor se divisaba el movimiento esclavo en los alrededores de las decenas de fábricas de azúcar que funcionaban en el Valle de los Ingenios.