La Habana, 11 jul (ACN) Este día del año 1800 nació José de la Luz y Caballero, educador por excelencia que promovió la formación de la identidad nacional desde diversas áreas, incluyendo la ciencia y la filosofía; y cuya influencia lo establece como una figura clave en la historia del pensamiento cubano.
A lo largo de su vida escribió numerosos artículos para las publicaciones de su época, elaboró libros de texto, realizó traducciones y compuso discursos que resonaron en su contexto social.
Su obra más notable, "Aforismos", consiste en una colección de notas breves que reflejan sus observaciones sobre una variedad de temas, desde pensamientos religiosos hasta cuestiones científicas y patrióticas.
En enero de 1848 fundó el Colegio El Salvador, institución reconocida por la implementación de métodos modernos de enseñanza; allí, puso a disposición de alumnos y profesores su valiosa biblioteca particular.
Como maestro De la Luz y Caballero incorporó los avances científicos de su tiempo mediante métodos de investigación innovadores, buscando infundir en sus alumnos un sentido de elevación humana.
Su labor completó la reforma educativa iniciada por su tío, el presbítero José Agustín Caballero, y por el padre Félix Varela, quien fue uno de sus mentores más influyentes.
Para De la Luz y Caballero, el deber del maestro era enseñar a los alumnos a pensar por sí mismos; por eso su enfoque pedagógico sostenía que la experiencia y la observación eran los puntos de partida del conocimiento, defendiendo el método experimental como el único verdaderamente productivo y analítico.
Su influencia fue fundamental en la formación ideológica de una generación de cubanos que jugaría un papel crucial en las luchas por la independencia de España.
José Martí, en una lúcida semblanza, destacó: “Él, el padre; él, el silencioso fundador; él, que a solas ardía y centelleaba, y se sofocó el corazón con mano heroica, para dar tiempo a que se le criase de él la juventud con quien se habría de ganar la libertad que solo brillaría sobre sus huesos”.
El legado que trasciende su época, el enfoque en la educación y el pensamiento crítico del maestro oor excelencia, sentó las bases para la formación de una ideología comprometida con los tiempos.
Por ello, su vida y obra siguen siendo un referente en la historia educativa y cultural del país, 225 años después de venir al mundo.