La Habana, 12 dic (ACN) El largometraje documental "Cuadernos de La Habana. Gilberto Bosques en Cuba", presentado de manera especial este jueves en el cine "Yara" del Vedado capitalino como parte del 46 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, volvió a significar la cercanía histórica, fidelidad y compromiso entre México y Cuba.
Figura crucial en la defensa de los derechos humanos y la solidaridad internacional, Bosques (1892-1995) fue un diplomático de sólido arraigo por la libertad y la justicia, de manera particular, tras los acontecimientos del 26 de julio de 1953 cuando fue nombrado Embajador en La Habana, en medio de la tiranía de Fulgencio Batista (1901-1973), y con apoyo irrestricto a los corajudos jóvenes del movimiento revolucionario.
Su realizador: Miguel Díaz Reynoso, un hombre que heredó la misma pasión por Cuba, y que con el intenso encargo estatal de representar a su tierra, es embajador de México acreditado aquí, en los mismos lares donde Bosques vivió durante 11 años el bregar de nombres como Fidel Castro (1926-2016), Raúl, Ernesto Che Guevara (1928-1967) y Juan Almeida (1927-2009); o intelectuales de la talla de Juan Marinello (1898-1977), Nicolás Guillén (1902-1989), entre muchos más.
En exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias, el diplomático devenido director, expresó que empezó a escribir sobre Bosques y su gesta en Cuba para el periódico "La Jornada"; tras la ardua investigación había conseguido tanto material, que decidió buscar un socio y crear un corto documental.
La televisión universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue su "cómplice" para llevarlo a vías de hecho, aunque el corto terminó siendo un largometraje donde el trabajo con los archivos tanto en Cuba como en México, constituyeron invaluables recursos históricos y documentales para conformar el guión de "Gilberto Bosques en Cuba", añadió Díaz Reynoso.
Un investigador acucioso, el entrevistador, el tertuliante, el realizador, el narrador, o el hombre investido de responsabilidades y el amigo; todos ellos confluyen en Díaz Reynoso mientras transcurre el metraje, y lo que tiene aún más merito: lo hace de manera armónica, sincera y espontánea; dejando ver, no una clase de historia, sino cómo se encadenan los hechos en la circunstancia de un hombre para ejercer una especie de sacerdocio en bien de una causa justa como la vivida en la mayor de las Antillas.
Personas y voces autorizadas, como los descendientes de Bosques; la hermana de los líderes Fidel y Raúl, Emma Castro Ruz; el comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez; el diplomático y escritor Raúl Roa Kourí, y el historiador Sergio Guerra Vilaboy; entre muchos más, testimonian sobre las diferentes artistas de quien tras el triunfo de enero de 1959 entendió y acompañó como pocos, la profunda transformación social y cultural iniciada.
Para el embajador, el desempeño de Bosques es una gran lección de vida, porque es muy actual; él vino a Cuba a defender vidas, a salvar vidas, a dar asilo en la época más difícil de Batista. Está en la historia, es Fidel, Raúl, es la familia y los revolucionarios del Granma, el Movimiento 26, el Directorio Revolucionario —tenía una buena relación con ellos a través de Natalia Bolívar (1934-2023)—; o sea, hemos recuperado grandes historias que hablan de su dimensión humana y ética. Y la idea es que el público cubano, igual que el mexicano, conozcan a este personaje; porque yo digo que de ahí venimos, concluyó Díaz Reynoso.
A la presentación especial de "Cuadernos de La Habana. Gilberto Bosques en Cuba", asistieron: Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura cubano; Alexis Triana Hernández, presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC); funcionarios de la embajada de la hermana nación en La Habana, residentes y visitantes mexicanos; personalidades de la vida política y cultural; así como numeroso público.