Guantánamo, 3 ago (ACN) La Jornada de la Canción Política palpita con una energía inusual, de la mano de una generación de trovadores que gana por mayoría, los jóvenes, esos que cantan con la pasión fresca de quien descubre el mundo a través de una guitarra.
Entre la veintena de artistas invitados este año, Juan Manuel Pérez Bolaños, promotor cultural de la AHS de Las Tunas, y Kadiel Leyva, chofer de ómnibus arrendado del municipio guantanamero de Imías, conversaron con la Agencia Cubana de Noticias sobre este evento, con sus instrumentos y sueños, dispuestos a demostrar que la trova sigue viva.
Juan Manuel, de 29 años, llegó con la energía de quien sabe que está donde debe estar; a partir de su arribo, canta, disfruta las melodías desde el concierto inaugural, cuando tocó su tema Adrenalina y el clásico Contigo Aprendí, de Armando Manzanero.
Sin embargo, confiesa que su inclinación es más hacia el bolero: "me gustan los grandes: César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Marta Valdés, ellos escribían con el alma, y yo solo intento honrar ese legado, también admiro a Fredy Laffita, reconocido a nivel nacional y que, como yo, vive en Las Tunas", manifestó.
Sobre su encuentro con la música relató que comenzó, como muchas historias, por amor: a los 20 años, una guitarra fue su forma de conquistar a una chica, nueve años después, el amor se fue, pero la música se quedó para siempre.
Kadiel Leyva tiene 24 años, pero su conexión con la trova viene desde la cuna, allá en el Consejo Popular San Ignacio de Imías.
Mi papá es músico, y desde niño en la casa escuchaba a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y otros, recuerda con una tímida sonrisa.
Con la invitación que le hizo la AHS para participar en esta edición 49, cuenta que le dijeron "¡empezaste por la puerta grande!", porque esa es la Jornada, un evento fundado hace casi medio siglo por el guantanamero Lorenzo Cisneros, consolidado como el más longevo de la Asociación, y uno de los pocos dedicados a la trova.
Tras sus recientes presentaciones en la Casa de la Trova Benito Odio, el Centro Cultural La Guantanamera y la Brigada de la Frontera Batallón del Este, confiesa que superó los nervios iniciales. ‘’Al principio me pongo tenso, pero cuando empiezo a tocar, me pierdo en la música".
"Un trovador le canta a lo que ve: un paisaje, un poema, todo puede ser canción y en eso me inspiro", dice, y aunque algunos amigos no comprenden su amor por la trova él sigue su camino, fascinado por este mundo.
Ambos jóvenes reconocen los desafíos del género: pocas peñas y espacios para la trova en las comunidades, escasas plataformas para promocionar la canción de autor y el prejuicio de quienes la subestiman, pero nada los detiene; Juan Manuel creó su peña Sentimientos encontrados, y Kadiel aprovecha cada actividad comunitaria para cantar.
Hoy, aunque sea una vez al año, desde el Alto Oriente Cubano pueden hacerlo, la Jornada de la Canción Política en Guantánamo los recibió con los brazos abiertos, y ellos, a cambio, entregaron su arte con pasión.
Junto a jóvenes de Santiago de Cuba, Granma, Cienfuegos, Matanzas y otras provincias, demostraron resistencia: desde el primero de agosto no paran, con visitas a comunidades, intercambios en municipios y conciertos, el cansancio se nota, pero no opaca las ganas.
En esta jornada encontramos más que escenarios: hermanos de arte, confiesan, aquí intercambiamos ideas, compartimos descargas con la guitarra en el hotel donde nos hospedamos.
Mientras el evento avanza hacia su clausura este lunes, ellos llevan su música a comunidades, agotados pero felices, y saben que esta es solo la primera página de una historia escrita con acordes y versos.
La trova, al fin y al cabo, es un abrazo que no distingue edades ni procedencias, ellos, con sus guitarras y sueños, son la mejor prueba.