Guantánamo, 13 oct (ACN) De entrega, sacrificio y humanismo es de lo que más hablan las personas sobre Orlando Antonio Lara Ramírez, delegado de la circunscripción siete en el Consejo Popular de Felicidad de Yateras, una comunidad del municipio al que las leyendas le atribuyen muchos guapos, rodeada de montañas, a 23 kilómetros de esta ciudad, en la parte norte del territorio.
Pero la bravura de Tony no proviene de las broncas, si bien muchas ha tenido en su historia como único delegado que en Guantánamo y de los muy pocos en Cuba, que se mantiene en esa tarea desde la fundación de los órganos del Poder Popular, en 1976.
Son 48 años los que ha consagrado al pueblo, a ese que llama su gran familia, porque todo radica en “llegarle a la gente, no subestimar a nadie y decir siempre la verdad”, enfatiza.
Salí elegido con 23 años, lo cual fue una sorpresa porque en esa asamblea de nominación había relevantes personalidades y los electores se fijaron en mí, recién graduado de Ingeniero Agrónomo, que había llegado después de unos meses de trabajo en Santiago de Cuba y me mandaron para Yateras, que no tenía profesional en esa especialidad.
Recuerda Tony que los primeros tiempos fueron difíciles porque no había nada escrito sobre el Poder Popular, su funcionamiento, solo la experiencia de Matanzas, incluso en la primera reunión se puso nervioso porque no sabía lo que iba a decir.
El primer planteamiento que tuve fue el de llevar la electricidad desde Honduras hasta Felicidad, yo creía que eso no podía ser, esa es la verdad, no sabía qué hacer y el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en el municipio, Ernesto Garzón Pérez y William Ganem, del Buró del PCC en la provincia, me dijeron que lo tomara como inquietud y lo cogí.
Lo veía un poco difícil y a los cinco meses el compañero Willy Hodge, primer secretario del PCC en Guantánamo, llamó al presidente del gobierno, Alonso Rojas, y le planteó que se había aprobado el planteamiento, pero que todas las excavaciones de los huecos había que hacerlas con el pueblo, desde la entrada de Honduras hasta aquí.
Evoca que los postes, cables, vinieron de Pinar del Río, todo lo habían traído y entonces tocaba al pueblo junto con nosotros realizar el trabajo voluntario y en un día se hizo todo, desde Honduras hasta el mismo Felicidad, 17 kilómetros, con tremenda organización y se repartieron los hoyos por familia.
Fue una tremenda movilización, al punto que el Partido no creía que eso se hubiera conseguido, ese despliegue conllevó a que se le llevara comida y merienda a cada persona que estaba trabajando y aquello terminó prácticamente en un carnaval, a las cinco de la tarde teníamos electricidad en Felicidad y al cabo de dos o tres años llegó a Yateras el Sistema Eléctrico Nacional, un logro que nosotros impulsamos.
Felicidad creció con los años de Revolución y yo con ella, subraya Tony, y expone que de una circunscripción, en 1976, con 587 electores, ahora existen nueve, con cinco mil 227 habitantes, porque la gente emigró desde Bernardo, Palenque, Monteverde, La Tagua y se asentó aquí.
Había solo dos casas de mampostería, de los dueños de los cafetales y de la ganadería, las demás eran de guano o en muy malas condiciones, yo nací en casa de guano, en El Mosquito de Yateras y ahora vivo en una de mampostería, en estos momentos tengo 27 viviendas de placa y algunas de madera, evidencia de la transformación que eso ha tenido.
A la pregunta de otros logros que han marcado su gestión, Tony no titubea al mencionar los servicios de los que hoy disfruta la gente: tres consultorios médicos, una farmacia, una funeraria, la bodega, un centro escolar que califica de primer mundo, tres puntos de venta de la cadena TRD Caribe y Cimex, un restaurant, una casa de materia prima, un tremendo comedor comunitario, sala de video, un acueducto.
Yo tenía cuatro planteamientos sin solución, que están en vías de resolverse o ya se hicieron: una oficina bancaria, para la cual se entregó un local y debe inaugurarse este año; el acueducto, porque aquí había uno de cuando Felicidad tenía pocas viviendas, el de ahora le llega a cinco circunscripciones y este año no hubo que gastar un litro de petróleo para llevarle agua a la parte más alta del Consejo Popular, eso fue tremenda solución de planteamiento y todas beneficiarán a las nueve circunscripciones.
Lo otro es la necesidad de la 4G, porque la señal es muy mala, ya se construyó el local, se tiene la torre montada y solo se espera por los recursos técnicos y por último que este es un municipio rico en frutas de todo tipo que se pierden porque la fábrica de Guantánamo no da abasto, entonces se levantó un edificio para el procesamiento y aguardamos por los recursos técnicos para su inauguración.
En este proceso de rendición de cuenta, que transcurre en momentos difíciles, pensé que lloverían los planteamientos, de los precios, las Mipymes, la canasta básica, pero hubo comprensión y solo expusieron uno relacionado con que se incluya el servicio de Nefrología en las interconsultas que se hacen en Felicidad.
Para quien aprovechó las oportunidades de la Revolución y además de Agronomía, estudió la carrera de Filosofía en la Universidad de Oriente, el delegado tiene que prepararse, ser estudioso, ver televisión, leer la prensa escrita, escuchar los distintos programas para estar bien informado y darle una buena respuesta a la población, además de gestionar con los organismos.
Esta es mi familia, esa es la verdad, hay muchos problemas en el barrio que se pueden resolver con recursos propios, desde la limpieza, el embellecimiento, la Ley 148 de la soberanía alimentaria, la organización de los CDR, de la Federación, el trabajo comunitario integrado.
A sus 73 años, padre de tres hijos y abuelo de cinco nietos, con una cardiopatía y problemas en las rodillas, Tony consideró que podía irse satisfecho como delegado, “yo me atiendo en La Habana por los problemas de salud y expresé cuando se cogió como piloto mi circunscripción para el proceso eleccionario que yo terminaba ahí y dejé una carta, pero me llamaron ese día por la noche y me dijeron: oiga compadre, no le hicieron caso a lo que tú dijiste, y aquí me ven.